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miércoles,
25 de
octubre de
2006 |
El Incucai afirma que estaba muerta
El titular del Centro Unico Coordinador de Ablación e Implantes de Misiones (Cucaimis), Gaspar Argüello, señaló que mediante exámenes complementarios pudieron constatar que la niña atropellada por una camioneta sufrió muerte cerebral, y que para realizarle la ablación debieron solicitar la autorización del juez de turno, en este caso Carlos María De la Cruz, por tratarse de una cuestión penal, a lo que el magistrado, dio su consentimiento.
El médico Argüello explicó que en el caso de María Agustina se verificó el diagnóstico clínico de muerte cerebral mediante exámenes complementarios que dan "un 100 por ciento de la seguridad", de que ese diagnóstico de muerte cerebral es real. "Se hizo el electroencefalograma durante media hora, y si da plano, se vuelve a realizar a las seis horas", pero añadió que "como había en el medio una cuestión penal, dado el accidente de tránsito, se le solicitó al juez de turno, que en este caso era Carlos María De la Cruz, la autorización para realizar la ablación y el posterior transplante, a lo que el magistrado accedió".
Por su parte, el presidente de la fundación misionera Esperanza de Vida, Hugo Maciel, expresó ayer su "preocupación" por el fallo del juez que cuestionó la ablación de órganos a una niña.
El dirigente consideró que el fallo afecta "a la familia y al sistema transplantológico que cree lo que dice la ciencia médica y lo que está establecido sobre la muerte de una persona".
En ese marco, recordó que la ablación no se autoriza por paro cardíaco porque "hay masajes con sistema eléctrico a 220 voltios con los que se puede revivir", sino que se produce cuando "hay muerte cerebral coma cuatro, como tenía la niña, y es irreversible".
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