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sábado,
30 de
septiembre de
2006 |
Rescatistas avanzan hacia restos del avión en la selva
Brasilia.- Militares especializados en rescates en la selva avanzaban hoy hacia los restos del avión de la aerolínea Gol que ayer se precipitó a tierra en el Estado brasileño de Mato Grosso, mientras se ignoraba si hay sobrevivientes entre las 150 personas que transportaba, indicó la Fuerza Aérea local.
Dos expertos aeronáuticos lograron llegar a la zona de densa selva en la que se precipitó el Boeing 737-800 que realizaba el vuelo 1709, de Manaos a Brasilia, con destino final en Rio de Janeiro.
“Hasta el momento no es posible adelantar informaciones sobre las personas que estaban a bordo del avión accidenado”, afirmaron en un comunicado de la Fuerza Area local, que destinó unos 200 efectivos a las tareas de búsqueda y rescate.
El texto añade que “dos militares especializados en búsqueda y rescate descendieron en un área próxima a los destrozos para abrir un claro en medio de la densa vegetación”.
Esta mañana circularon versiones que afirmaban que al menos cinco personas sobrevivieron al impacto y fueron rescatadas por indígenas de la región, pero no fueron confirmadas por las autoridades.
Sin embargo, el director de la Infraero, el organismo de seguridad aeroportuaria, brigadier José Pereira, consideró “muy difícil” que haya sobrevivientes.
“Por mi experiencia, el hecho de que los restos estén concentrados en un mismo lugar, y que no haya humo entre ellos, hace que sea muy difícil que encontremos sobrevivientes. Pero debemos esperar”, dijo Pereira.
Según este funcionario, la disposición de los restos lleva a pensar que el avión cayó en picada, en forma vertical, lo que hace muy difícil que pueda haber sobrevivientes.
En tanto, los especialistas en rescate selvático aún no habían llegado a los restos de la máquina, y estimaban que las tareas de demorarán al menos tres días, por lo cerrado de la vegetación.
La falta de precisión sobre los ocupantes del avión causó desesperación en sus familiares, que se concentraron en los aeropuertos de Manaos, Brasilia y Rio de Janeiro, para reclamar información.
El avión de Gol partió de Manaos, capital del Estado de Amazonas, a las 15.30 locales (misma hora en Argentina) y debía aterrizar a las 18 en Brasilia.
La nave desapareció de los radares a las 16.48, cuando estaba a unos 200 kilómetros al sur de la ciudad de Caximbo, municipio de San Felix de Araguaia, sur del estado de Pará.
Las autoridades creen que el Boeing cayó luego de haber perdido estabilidad tras rozar a un avión menor, un Legacy 600 de la estatal Embraer que iba en sentido contrario, cuando ambas aeronaves viajaban a unos 800 kilómetros por hora y con bajas condiciones de visibilidad.
Según esas estimaciones, el avión de la Gol fue golpeado en la parte inferior por el Legacy y, desestabilizado por el impacto, se cayó en picada, lo que puede explicar que los restos estén concentrados en un área relativamente pequeña.
Sin embargo, algunos especialistas dudan de ese presunte roce entre las naves, y recordaron que los dos aviones son de última generación, con sistemas sofisticados para evitar colisiones, y eran controlados por los radares.
El Legacy, un jet ejecutivo que iba a Manaos, sufrió la rotura de un ala y pudo aterrizar en emergencia en una base militar cercana, con sus cinco ocupantes -un brasileño y cuatro norteamericanos, entre ellos un periodista del New York Times- ilesos.
El piloto norteamericano, cuya identidad no trascendió, declaró durante cinco horas, y permanecerá en el país a disposición de la investigación, aunque no en condición de detenido. (Télam)
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