Lo sorprenden en la ruta 14 y le roban $40 mil

Tres ladrones asaltaron a un empleado de una empresa que llevaba dinero para el pago de sueldos

Con un dato preciso, tres delincuentes asaltaron el viernes por la tarde al empleado de una empresa de construcción de Venado Tuerto que trasladaba dinero para pagar sueldos. Los asaltantes dieron el golpe sobre la ruta 14, a pocos kilómetros del peaje de Bigand, cuando interceptaron el vehículo del pagador y, tras reducirlo, se quedaron con 40 mil pesos. Los ladrones ataron de pies y manos a su víctima con un cordón y lo dejaron abandonado en su camioneta en un camino rural entre Bigand y Acebal, a unos 40 kilómetros de Rosario. El vehículo que usaron los delincuentes, que también dejaron en la zona, había sido sustraído en jurisdicción de la seccional 6ª.

Como todos los viernes Gustavo C., un ingeniero de 42 años, comenzó con el ritual de pagar la quincena a los obreros de la empresa de construcción que están trabajando en la cárcel de Piñero. Se subió a su utilitario Ford Courier y tomó por la ruta 14, sin ningún tipo de custodia. Pasó por el peaje de Bigand luego de las 17 y, cuando comenzaba a desandar el último tramo del viaje, su plan se cayó como un castillo de naipes. Un Fiat Uno color rojo, que amenazaba con pasarlo, se colocó a la par de su Ford. Uno de los tres hombres que iba en el Uno le hizo señas con una pistola para que se detuviera y como Gustavo no lo hizo, realizó un par de disparos al aire.

El pagador entendió lo qué ocurría y estacionó sobre la banquina. El Uno rojo se colocó detrás. Los ladrones se bajaron y fueron claros: "Sabemos que tenés la guita. No seas gil, que no te va a pasar nada", le dijeron y se quedaron con los 40 mil pesos destinados a pagar la quincena de los operarios. Los ladrones se repartieron en los dos autos. A Gustavo lo tiraron en la parte trasera de su Ford y le ataron pies y manos con un cordón. "Mirá para abajo, no seas gil", le dijeron.

Fue poco lo que anduvieron los maleantes con su víctima. En un camino rural, entre Acebal y Bigand, dejaron abandonada la Ford Courier con su propietario atado en el asiento trasero. Unos metros más adelante, cerca de un cañaveral, quedó el Fiat Uno color rojo. Los ladrones y los 40 mil pesos siguen sin aparecer.