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 domingo, 24 de septiembre de 2006  
Esquina picante. Guillermo Pérez fue apresado en una moto con pedido de captura en la que escondía un revólver
Otra vez preso un conocido pandillero de La Tablada
El hijastro de un hombre baleado días atrás en Colón y Biedma dijo que "Torombolo" disparó contra su casa

Guillermo Adrián Torombolo Pérez, un joven delincuente y presunto líder de una de las gavillas que azotan barrio La Tablada, cayó preso otra vez. Ahora lo denunciaron por amenazas coactivas y abuso de armas de fuego, pero cuando los efectivos de la seccional 16ª lo ubicaron andaba en una moto robada en la provincia de Buenos Aires en la que además llevaba guardado un revólver cargado con balas de punta cruzada.

Torombolo, con sus piernas cruzadas por clavos y tutores metálicos colocados por un violento atentado a balazos que nueve meses atrás lo puso al borde de la invalidez, quedó alojado en la comisaría de Ayacucho al 3200 y mañana irá a declarar a Tribunales. Fuentes policiales consultadas ayer no dudaron en colocar esta nueva detención en los coletazos posteriores de un intento de homicidio ocurrido el 11 de septiembre en una de las zonas más picantes del barrio, Colón y Biedma.

Ese día Juan Marcelo Ayala, un ex convicto apodado Moco, fue atacado a balazos cuando se desplazaba en moto por esa esquina (ver aparte). Recibió dos disparos que le atravesaron la pierna y el brazo izquierdo. Ayala fue trasladado al Heca, donde lo operaron, pero su vida no corrió peligro.

"En su momento fuimos a tomarle declaración, pero pasó lo de siempre: el muchacho no quiso hacer denuncia y prefirió callarse la boca. Tal vez por miedo, ya que es probable que haya conocido al autor del disparo", sostuvo ayer un vocero de la seccional 16ª.

Todo pareció quedar allí, en el marco de los pases de facturas entre las pandillas que se disputan el poder en La Tablada. Pero el viernes a la tarde se presentó en la seccional 16ª un hijastro de Ayala, quien denunció haber recibido una seria amenaza por parte de Pérez. "A vos te va a pasar lo mismo que a tu padrastro", dijo el muchacho que le advirtió Torombolo, para luego efectuar dos disparos que dieron en el frente de su casa de Doctor Rivas entre Ayacucho y Colón.

A partir de la denuncia radicada por el hijastro de Ayala, los agentes de la 16ª salieron a buscar al imputado. "A Pérez se lo ubicó en bulevar Seguí y el pasaje Morales. Estaba arriba de una Kawasaki Ninja de 450 centímetros cúbicos. Se lo condujo a la comisaría porque, además de la denuncia, no tenía los papeles del vehículo y para colmo llevaba un revólver calibre 32 guardado en el vehículo", sostuvo un vocero.

Una vez en la seccional, se comprobó que la moto tenía un pedido de captura por haber sido robada en la ciudad de Colón, provincia de Buenos Aires. Desde ayer, Torombolo quedó imputado de portación ilegal de arma de uso civil y encubrimiento de robo, cargos por los que deberá responder ante el juez de Instrucción Nº8, Juan José Pazos; y por abuso de armas y amenazas ante el juez Correccional Nº10, Daniel Acosta.


Andanzas
Guillermo Adrián Pérez, hijo de un policía, posee numerosos antecedentes penales. Su nombre y su apodo comenzaron a aparecer en las crónicas periodísticas en 2004 cuando se supo que algunos integrantes de su gavilla, que mantenía en jaque al barrio La Tablada, tenían vinculaciones familiares con autoridades de la seccional 16ª, que tiene jurisdicción en La Tablada.

En diciembre del año pasado quedó desvinculado de una causa por la que estuvo casi un año detenido, por la muerte del joven Norberto Acuña, en enero de 2005, y recuperó la libertad.

En ese caso, Torombolo estaba sindicado como presunto instigador y proveedor de las armas utilizadas en ese atentado que tenía por objetivo vengar la muerte de un compinche suyo, Angel Ramírez, asesinado de un puntazo en Corrientes y Rioja. Acuña fue una víctima inocente porque no tenía nada que ver con esas disputas.

Tras pasar varios meses presos por ese hecho, la Cámara de Apelaciones revocó el procesamiento que había dictado la jueza Raquel Cosgaya, y Pérez quedó en libertad para la Navidad del año pasado. Pero a los pocos días fue atacado a balazos en plena calle. Sobrevivió, pero quedó con secuelas para caminar.
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La Kawasaki Ninja fue robada en la provincia de Buenos Aires.

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