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domingo,
24 de
septiembre de
2006 |
La cruzada de Castro contra el derroche de energía y robo de combustible
¿Quién paga los electrodomésticos chinos?
El Estado cubano tiene dificultades para cobrar las cuotas de los aparatos entregados a la población
La Habana. - Cuba enfrenta "dificultades" para cobrar los electrodomésticos chinos entregados masivamente a la población como parte de una campaña contra el despilfarro de electricidad, dijo la prensa oficial de La Habana. Millones de cubanos adquirieron en los últimos meses nuevas heladeras, ollas a presión, televisores y equipos de aire acondicionado fuertemente subsidiados por el gobierno.
Representantes de los consejos de administración de las 14 provincias de Cuba reunidos esta semana en La Habana discuten ahora cómo cobrarlos. "Examinaron las dificultades que se presentan con el cobro de los artículos electrodomésticos distribuidos en el país", dijo Granma, el diario del gobernante Partido Comunista cubano. Según el periódico, los dirigentes provinciales prometieron tomar "acciones encaminadas a elevar la disciplina de pago en la población beneficiada".
El líder cubano Fidel Castro, de 80 años, lanzó a fines de 2005 una cruzada contra el derroche de electricidad y el robo de combustible a la que bautizó "Revolución Energética". Fue uno de sus últimos proyectos domésticos antes de entregar temporalmente el poder el 31 de julio a su hermano Raúl mientras se repone de una cirugía intestinal que hizo temer por su vida.
Cientos de miles de jóvenes voluntarios recorrieron el país, casa por casa, a la caza de viejas heladeras y televisores de antes de la revolución de 1959 o importados décadas atrás de la Unión Soviética a los que Castro describió como "dragones devoradores de electricidad". El gobierno comenzó a reemplazarlos por electrodomésticos de bajo consumo importados principalmente de China mediante créditos blandos.
Un refrigerador es vendido a la población en moneda nacional por el equivalente a entre 167 y 256 dólares, según el tamaño; un televisor, 180 dólares; una hornalla eléctrica, 4,5; y una olla a presión 7 dólares.
Los equipos son pagados en cuotas con hasta 10 años de plazo. El sueldo promedio en Cuba equivale a unos 10 dólares, pero la educación y la salud son gratuitas y el gobierno subsidia los servicios y también la alimentación.
Según cifras oficiales, hasta mayo habían sido distribuidos 250.000 heladeras, 390.000 televisores, dos millones de hornallas eléctricas, tres millones de ollas eléctricas y 967.000 ventiladores.
Para reducir el despilfarro de electricidad, Castro mandó cambiar millones de lámparas incandescentes por otras de bajo consumo y elevó las tarifas eléctricas.
También adquirió miles de generadores diesel para reforzar el obsoleto sistema de generación de Cuba, cuyas siete termoeléctricas generan unos 2.700 megavatios pero operan sólo al 60 por ciento de su capacidad, provocando apagones que en el verano de 2005 pusieron a prueba la paciencia de la población. (Reuters)
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La olla arrocera cuesta 10 dólares. El sueldo promedio es de 10 al mes.
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