Astrología: bajo el signo de Libra

Desde ayer y hasta el 23 de octubre aproximadamente, el Sol transitará Libra, signo cardinal, de elemento aire, regido por Venus, planeta asociado con la belleza, la armonía y el equilibrio.

Los nacidos bajo este signo suelen ser gentiles, dulces, encantadores, armoniosos, inteligentes y razonables. Rehúyen los conflictos y son esencialmente conciliadores, justos, diplomáticos, sociables y en la mayoría de los casos tienen una fuerte necesidad de agradar. Por lo general, se proponen crear armonía, disfrutarla y conservarla; además poseen facultades intelectuales desarrolladas, especialmente en el aspecto artístico.

Como rasgos negativos pueden ser algo superficiales o deslumbrarse con cosas de poco valor, ostentosos o vanidosos, a veces excesivamente locuaces. Se caracterizan por ser haraganes, dependientes e indecisos. Suelen estar muy ocupados pensando ideas, teorías y planes pero les cuesta entrar en acción, y tomar decisiones.

El símbolo que representa a Libra es la balanza que simboliza tanto el equilibrio entre dos alternativas como una asociación de opuestos o complementarios. Se trata del signo opuesto a Aries, signo individualista que está solo frente a sí mismo. Libra, en cambio, buscará complementarse en sus relaciones con los otros. Su principal rasgo es tratar de unir siempre dos cosas o personas, pesándolas en esa balanza que lo identifica.

La personalidad de Libra se conforma a través del contacto y el diálogo con el mundo. A los nacidos bajo este signo, la caída del Sol suele privarlos de una fuerte vitalidad. Su naturaleza es la del medio justo, impulsados a cumplir con los compromisos o hacer concesiones. Tienen tendencia a actividades relacionadas con el mejoramiento físico como diseñadores, modelos, modistos, así como las que se relacionan con la mediación como abogados, jueces, árbitros o asesores.

Aunque la imagen de Libra, la balanza, sea reciente, en la mitología hay figuras antiguas que representan el juicio. En la mitología egipcia simbolizaban el juicio al que Osiris sometía a las almas en el mundo subterráneo. Maat, la diosa de la verdad, pesa el corazón del muerto que no tiene que ser más pesado que la pluma de la verdad. En este caso el veredicto será favorable. En este sentido, el signo ya no está relacionado con el romanticismo, sino con cuestiones éticas, morales, juicios y repartos.

Los librianos enseñan a los demás cómo deben vivir y pensar equilibradamente siguiendo el camino del medio.

Cristina Giménez

Astróloga

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