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 domingo, 24 de septiembre de 2006  
Dos hermanos separados por el Holocausto pudieron reunirse 65 años después en Israel

Allyn Fisher-Ilan

"Esta es mi hermana, mi querida hermanita", decía Simón Glasberg entre lágrimas mientras abrazaba a Hilda Shlick, de 75 años, a quien no había visto por 65 años desde que su familia se separó en un intento por huir del Holocausto nazi.

Los dos fueron recibidos esta semana en el Yad Vashem, un monumento y museo nacional en Jerusalén dedicado a los seis millones de judíos asesinados en la Segunda Guerra mundial, tan solo días después de que Glasberg, de 81 años, llegara en avión desde Canadá para conocer a una hermana de quien pensaba que había muerto durante la guerra.

Los nietos israelíes de Shlick habían rastreado a Glasberg por internet, después de cruzarse con el nombre de su abuela en la base de datos de víctimas del Holocausto del Yad Vashem en junio.

Además de encontrarse, hermano y hermana también se sorprendieron al enterarse que otros dos hermanos y una hermana sobrevivieron al Holocausto, más de lo que cada uno había pensado, si bien una hermana y una sobrina aparentemente habrían muerto.

"Hermana mía, he esperado 65 años por este beso", dijo Glasberg, un peletero retirado, al encontrarse con Shlick, una peluquera ya retirada, en el recinto de los nombres del Yad Vashem, cuyas paredes están cubiertas por fichas negras que enumeran los detalles de los millones de víctimas del Holocausto.

"Estoy muy feliz de verte", dijo Shlick, mientras sus palabras eran traducidas del ruso por un nieto.

Si bien es inusual que tome tanto tiempo para que dos hermanos sobrevivientes se encuentren, a muchos que sufrieron el Holocausto les toma años ubicar a parientes dispersos por el mundo desde que huyeron de la Europa nazi.

Muchos ni siquiera pudieron buscar a sus parientes hasta que el bloque soviético comenzó a desmoronarse en 1989.

Los Glasberg se separaron en 1941 cuando los nazis invadieron su Rumania natal. Shlick huyó de Chernowitz, la ciudad de la que era oriunda, hacia la Unión Soviética junto a una hermana mayor y se cambió el nombre. Más tarde se casó y se convirtió en Hilda Shlick.

Shlick se mudó luego junto a una hermana a Estonia, que era parte de la Unión Soviética, y en 1998 a Israel. La hermana, Bertha, murió después de la guerra.

Glasberg permaneció en Rumania durante la guerra junto a tres hermanos y sus padres. Todos sobrevivieron a un campo nazi.

Ellos se mudaron a Canadá después de una breve estadía en Israel en la que Simón Glasberg y un hermano lucharon en la guerra de independencia de 1948. Glasberg nunca supo lo que le había ocurrido a ninguna de sus hermanas, y Shlick temía que todos, incluidos sus padres hubieran fallecido.

Eso fue hasta junio pasado, cuando el nieto de ella, David Shlick, se fijó en la base de datos en Internet hace dos años y encontró su nombre, que figuraba erróneamente como víctima de guerra.

Le tomó unas semanas para dar en Canadá con el tío que ingresó dichos datos, quien ya había muerto. Pero dos de sus hermanos, incluyendo a Glasberg, estaban todavía con vida, descubrió Shlick. Su abuela no estaba enterada.

La guerra que Israel mantuvo durante un mes contra las guerrillas del Hizbollah en el Líbano, y que finalizó el 14 de agosto último, demoró los planes de un reencuentro. Un hermano estaba demasiado enfermo para viajar, pero Glasberg finalmente llegó anteayer.

El primer encuentro fue en privado. "No podía siquiera hablar, después de 65 años, ¿qué podía decir?", dijo Glasberg.

Para Shlick, el reencuentro tuvo dos sorpresas, ya que ella además se enteró por él que sus padres sobrevivieron la guerra y llegaron a tener más de 90 años, pero que murieron hace unas dos décadas.

Ahora ella sueña con visitar sus tumbas en Montreal. (Reuters)
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Simón Glasberg e Hilda Shlick sostienen una foto de sus padres.



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