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domingo,
24 de
septiembre de
2006 |
Cooperativas de agua potable
piden actualización de tarifas
Jorgelina Hiba
Las cooperativas de agua potable de la provincia de Santa Fe atraviesan una situación límite. Con tarifas estancadas desde la época de la convertibilidad y costos que crecieron después de la devaluación, las más de 120 instituciones de este tipo que funcionan en todo el territorio santafesino reclaman una urgente actualización tarifaria que les permita garantizar agua de calidad y en cantidad.
"Llegamos a nuestro tope, no podemos seguir sin un aumento de tarifas, porque lo que corre riesgo es la calidad del servicio", advirtió Adolfo Mandolesi, presidente de la Federación Nacional de Cooperativas de Agua Potable (Fencap), durante el II Congreso Nacional del Cooperativismo de Agua Potable y Servicios Sanitarios realizado a mediados de septiembre en Rosario.
Según Mandolesi, quien además de reiterar un pedido de diálogo urgente con los intendentes y presidentes de comunas apeló a la necesidad de contar con ayuda gubernamental, la suba de precios que reclaman desde la Fencap debería oscilar entre un 30% y un 40% "sólo para garantizar la supervivencia" de las cooperativas.
El gobierno provincial reconoce el problema pero aduce no tener poder de decisión sobre la cuestión tarifaria. "Los costos productivos de algunas cooperativas, sobre todo de aquellas que trabajan con el proceso de ósmosis inversa, son elevados, pero ese tema debe ser discutido en un marco local, entre cada municipio o comuna y las propias cooperativas, el gobierno no puede interceder en este aspecto", explicó Oscar Trinchieri, responsable de la Subsecretaría de Cooperativas de Santa Fe, quien sin embargo aclaró que desde la provincia "se está intentando acompañar este proceso" a través de una serie de medidas paliativas.
"Desde el gobierno provincial queremos acompañar el pedido de las cooperativas a través de acciones concretas que puedan ayudarlas, como el costo de la tarifa eléctrica y la regulación de una normativa clara sobre tarifas diferenciadas para casos sociales", dijo el funcionario.
Desde la Fencap, cuya sede funciona en Carcarañá, impulsan una "unificación de criterios" con otras entidades cooperativas del país que atraviesan situaciones similares.
Los cooperativistas también remarcaron que si bien es difícil que los jefes comunales desoigan la prédica presidencial contra los aumentos, existe un escenario político más abierto al diálogo que en años anteriores.
"Hablamos de un nuevo escenario porque vemos un renovado reconocimiento hacia las cooperativas de parte del gobierno nacional y también del provincial", explicó el directivo de la Fencap, quien mencionó la inclusión de la educación cooperativa en las escuelas provinciales, la creación de la Subsecretaría de Acción Cooperativa y Mutualismo y la participación de los cooperativistas en la futura empresa que gestionará los grandes acueductos como signos políticos favorables a sus pedidos.
Si bien el reclamo de las cooperativas es común, cada una de ellas debe llevar adelante negociaciones por separado con el poder concedente -comunas o municipios- a la hora de sentarse a hablar de costos y beneficios. En Alcorta, donde la tarifa estuvo congelada durante 13 años, la cooperativa local pudo acordar aumentos escalonados de 31% en julio del año pasado y de 18% en enero de este año. "Subimos casi un 50% y todavía no salimos derechos, porque en realidad hablamos de resarcir los aumentos en los costos de los materiales", graficó Daniel Fina, el gerente de la entidad.
"No dejamos de hacer obras, por lo que a pesar del reajuste seguimos desfasados con respecto a lo que gastamos", concluyó. Algo parecido ocurrió en San Javier, donde recién el mes pasado la cooperativa de esa localidad logró acordar un incremento de seis pesos en la tarifa del servicio de agua potable, que no se modificaba desde 1991. En otros lugares, como Las Toscas, los usuarios siguen pagando lo mismo que a principios de los noventa.
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