Historias

El aniversario de las cooperativas

Aunque el cooperativismo dio sus primeros pasos en el último cuarto del siglo XIX, no fue hasta septiembre de 1956 que se fundó la Confederación Intercooperativa Agropecuaria, la entidad que se erigiría como representación gremial del movimiento cooperativo del agro.

Desde el punto de vista jurídico, en el movimiento cooperativo argentino pueden considerarse dos etapas: una que va desde la aparición de los primeros ensayos de cooperación económica hasta el año 1926, y otra desde ese año hasta el momento actual.

El régimen legal y de fomento de las cooperativas en la primera etapa es lógicamente pobre: se reduce al contenido de los artículos 392, 393 y 394 del Código de Comercio, a la ley de la provincia de Buenos Aires, del 4 de julio de 1922, a la ordenanza de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, del 30 de junio de 1921, a una ordenanza de la Municipalidad de Junín, del mismo año y a otra de la Ciudad de Avellaneda.

Entre las sociedades que en el siglo pasado ostentaron la denominación de "cooperativa" en el país, hubo algunas que lo fueron de verdad y otras que cumplieron parcialmente los principios rochdaleanos. Un gran número fueron mercantilistas o lucrativas, a veces por ignorar en qué consistían esas sociedades y otras por tratar de aprovecharse de su finalidad social.

La segunda etapa corresponde al período en que las cooperativas deben organizarse y funcionar de acuerdo con las disposiciones de la ley nacional 11.388, que establecía los requisitos.

En la actualidad existen en el país 850 cooperativas relacionadas con la actividad agropecuaria, más de 600 con el servicio eléctrico, 300 que brindan telefonía, casi 600 que proveen agua potable y cloacas, más de un centenar gas, 17 entidades en el segmento de seguros, 700 relacionadas con la construcción de viviendas, el Credicoop en el sistema financiero, un número creciente de entidades referidas a la salud, que en el caso del rubro farmacéutico representan el 15% del mercado interno. También hay cooperativas de consumo (que actualmente cuenta con 540 mil asociados), de trabajo, e enseñanza, etcétera.

En el caso del campo, las 850 cooperativas agropecuarias integradas en federaciones que comercializan aproximadamente el 20,5% de los granos, 26% de los lácteos, 13% del vino que se produce en el país, además de aportar 45% del té y tabaco, 25% de yerba mate, 20% de miel y 7% de las cabezas de ganado del país. Unas 24 millones de hectáreas implantadas en Argentina están en manos de una cooperativa o de un productor asociado a ella.

En Argentina hay 120.000 productores asociados a una cooperativa agropecuaria y 300.000 trabajadores permanentes y transitorios que viven de esas unidades agrarias. El movimiento cooperativo factura 7.500 millones de pesos y exporta por 3.000 millones.

Las cooperativas agrarias comenzaron a surgir con fuerza durante las primeras décadas del siglo XX, cuando las condiciones económicas de la actividad agropecuaria se hicieron más difíciles.

La primera manifestación del cooperativismo en el medio rural data del año 1898, cuando se funda la cooperativa "El Progreso Agrícola", de Pigüé, al sur de Buenos Aires. En 1900 se fundó "La Agrícola Israelita" y luego denominada "Sociedad Agrícola Lucienville".