Preocupa el agravamiento de la crisis institucional en el Samco de Firmat

Un grupo de vecinos se movilizó y exigió a la provincia el reemplazo del delegado normalizador del hospital

Gustavo Orellano / La Capital

Firmat.- El hospital Samco General San Martín de esta ciudad atraviesa una difícil situación institucional debido a que todavía está sin definir la junta ejecutiva que deberá conducir su destino. Si bien el Ministerio de Salud provincial nombró a un delegado normalizador que tendrá la responsabilidad de convocar a elecciones para resolver la cuestión, todo indica, que la tarea no será sencilla. En la puja por el manejo de la entidad hospitalaria aparecen dos sectores con posiciones casi antagónicas y, al menos hasta ahora, no tuvieron ningún acercamiento para descomprimir la situación. En medio de acusaciones cruzadas la disputa se agudiza y el problema sigue sin solución.

La división tiene como antecedente inmediato las reñidas elecciones que se realizaron el 27 de julio último para renovar las autoridades. La lista encabezada por Ramiro Huber -ex subsecretario de Salud de la provincia- había ganado por un voto de diferencia, pero como hubo dos sufragios observados de los cuales uno resultó impugnado y el otro otorgado a favor de la boleta liderada por Raúl Quevedo, la contienda terminó empatada.

Luego hubo reclamos de ambas partes, pero el Ministerio de Salud ratificó el resultado y legitimó la conformación del consejo de administración que integran las instituciones que participaron de la última asamblea eleccionaria. Además designó como delegado normalizador al gremialista de Luz y Fuerza, Amílcar Amaya, quien en un plazo de 60 días deberá convocar a una nueva asamblea para elegir la junta ejecutiva que estará al frente del hospital.

Pero la coyuntura no parece ayudar para que eso ocurra en lo inmediato. Amaya está identificado con el sector de Huber, lo que irrita a los seguidores de Quevedo, quien días atrás tuvo que dejar la presidencia de la institución por terminación de mandato.

El jueves un grupo de vecinos autoconvocados realizó una movilización en defensa de la salud pública y reclamó al Ministerio de Salud, entre otros puntos, que nombre un delegado normalizador "imparcial" y modifique la ley de Samcos para que "en la elección de autoridades pueda votar todo el pueblo y no sólo las instituciones". La marcha reunió a unos 200 manifestantes y culminó con un abrazo simbólico al hospital.

"Si la decisión es la normalización, que pongan a una persona neutral y no a Amaya, que se tomó atribuciones que no le corresponden", coincidieron en señalar varios de los vecinos que participaron de una protesta que también sumó a médicos del nosocomio y parte del personal. Ese no es un dato menor ya que a principio de esta semana y a los pocos días de asumir su cargo, Amaya tuvo que enfrentar un paro de actividades promovido por médicos del hospital en solidaridad con el director del efector, Marcelo Muñoz, quien lo acusó de haberle pedido su renuncia, aunque Amaya lo desmintió.

"La medida de fuerza que llevaron adelante no resiste el menor análisis ya que intentó ser una salida elegante para tapar una situación por lo menos dudosa", disparó Amaya. En esa misma línea justificó su opinión al sostener que "el paro se originó al día siguiente de haber constatado que un médico del hospital restituyó a la institución tres lámparas para quirófanos que estaban en un clínica de salud privada a punto de ser inaugurada y en la que tendrían acciones el director del hospital y un grupo de médicos, aunque ahora digan otra cosa".

El tema quedó al descubierto en el marco de una reunión del Consejo de Administración convocada por Amaya y donde solo estuvieron presentes representantes de instituciones que responden a Huber. "Al médico que fue a devolver las lámparas lo encontré por casualidad el domingo a la tarde, lo que llama la atención porque lo podía haber hecho el lunes cuando había personal y no a las escondidas. Luego de este episodio me encuentro con un paro sorpresivo e inconsulto cuyo principal responsable fue Muñoz ya que debería haberlo evitado", explicó Amaya, quien notificó de la situación al Ministerio de Salud para que tome cartas en el asunto.

Por su parte, Muñoz ratificó que Amaya le pidió su renuncia y negó tener acciones en la clínica de salud que utilizó elementos del Samco. "Si lo que busca es sembrar dudas que se remita a la documentación porque existe un comodato firmado por la anterior comisión directiva del Samco que acredita que las lámparas fueron prestadas y donde no intervine", remarcó Muñoz. Respecto al paro dijo que "las guardias mínimas fueron garantizadas y la medida se levantó porque lo sugerí para evitar problemas mayores". Amaya dice estar dispuesto a buscar consensos que permitan allanar el camino para normalizar la situación institucional del Samco, pero por estas horas parece estar lejos de lograr su objetivo.

Un grupo de firmatenses marchó en defensa de la salud pública.