Año CXXXVII Nº 49241
La Ciudad
Política
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Opinión
Policiales
Escenario
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Educación


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 17/09
Mujer 17/09
Economía 17/09
Señales 17/09
Educación 16/09
Estilo 16/09
Salud 13/09
Página Solidaria 13/09
Palabras más 02/09
Autos 24/08

contacto

servicios
Institucional

 sábado, 23 de septiembre de 2006  
Elecciones en Brasil. El presidente tildó de "imbéciles" a correligionarios que intentaron enlodar a la oposición
Pese al escándalo, Lula busca la reelección en primera vuelta
Realizará un maratón de actos por ciudades de San Pablo. La policía interroga a involucrados en el caso

Brasilia. — El presidente Luiz Inacio Lula da Silva concluirá la semana más dura de su campaña por la reelección con una gira por San Pablo, el Estado más poblado de Brasil, donde buscará los votos necesarios para liquidar el pleito electoral en la primera vuelta del 1º de octubre. Favorito para ganar la reelección, Lula enfrentó esta semana la peor crisis en su campaña, tras la detención de dos miembros de su Partido de los Trabajadores (PT) con miles de dólares en efectivo, que pretendían usar para comprar documentos supuestamente incriminatorios contra opositores. El mandatario intentó ayer desvincularse nuevamente del escándalo tildando de ”imbéciles” a correligionarios.

  “Eso fue un monumento a la imbecilidad”, dijo Lula sobre la acción de sus colegas partidarios. “Esas personas estaban poseídas por un momento de locura”, agregó el mandatario, quien calificó el hecho de “abominable” y “rayano a la imbecilidad”. Afirmó además que “esas personas se otorgaron el derecho a creer que podrían hacerle bien a alguien utilizando una práctica política condenable, porque no es posible que una persona honesta haga negocios con un bandido”, afirmó. Según Lula, el caso de la compra del “dossier” contra Serra demostró que el llamado “servicio de inteligencia” del PT “no era tan inteligente como se imaginaba”.

  Más tarde, en una reunión con 500 alcaldes aliados realizada en Brasilia, Lula apuntó su artillería contra la oposición, al sostener que sus adversarios desean aprovechar el escándalo para fomentar un golpe de Estado.

  La policía aún no ha determinado el origen del dinero con el que se pretendía comprar los informes, lo que no ha impedido al principal rival electoral de Lula, el socialdemócrata Geraldo Alckmin, sugerir que los recursos provenían de fondos del Estado. La divulgación de los documentos buscaba enlodar principalmente la campaña del economista opositor José Serra a la gobernación del clave Estado de San Pablo, corazón industrial y financiero de Brasil.

  Serra, del mismo partido que Alckmin, el de la Social Democracia Brasileña (PSDB), es favorito para ganar en primera vuelta esa gobernación ante el candidato del PT, el senador Aloizio Mercadante.

  Tres de los implicados en el caso, que amenaza quitar respaldo electoral a Lula en la recta final de la campaña, fueron interrogados ayer por la policía, entre ellos un ex sindicalista y responsable habitual de preparar los asados del jefe del Estado brasileño.

  Las últimas encuestas publicadas indican que Lula tendría el respaldo necesario para vencer en la primera vuelta, para lo que necesitaría la mitad más uno de los votos válidos, es decir, descontando nulos y blancos. Si no alcanzara ese porcentaje, una segunda vuelta electoral se realizaría el domingo 29 de octubre.

Combate a la abstención

  Analistas políticos están divididos sobre el efecto en la opinión pública del escándalo, aunque dijeron que el voto de los electores más pobres, entre los que Lula tiene una fuerte ascendencia, no se modificaría.

  El consultor político Carlos Figueiredo, dijo que las noticias desfavorables para Lula pueden influir en la decisión de los electores de clase media y alta. Indicó que un cambio en la intención de voto en esos estratos sociales, combinada con una abstención alta en la franja que apoya a Lula, podría determinar la realización de una segunda vuelta.

  Para asegurar su reelección en primera vuelta, el principal objetivo de Lula, del gobierno y del PT, el presidente inició ayer, y prolongará durante todo el fin de semana, una gira por varias ciudades de San Pablo. “Es un maratón del final de la campaña, concentrado allí donde está la mayor población de Brasil. El objetivo es ganar en primera vuelta”, dijo una fuente de la agrupación oficialista encargada de la organización de la campaña.


enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo

Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
Lula mantiene una intención del voto de aproximadamente el 50%.



  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados