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sábado,
23 de
septiembre de
2006 |
Accidente de tren electromagnético
provocó 23 muertes en Alemania
El siniestro del aparato experimental que levita sobre las vías se habría producido por un error humano
Al menos 23 personas murieron ayer y otras diez resultaron heridas de gravedad por el accidente de un tren de propulsión electromagnética en un trayecto de pruebas en el norte de Alemania.
El siniestro se produjo cuando el moderno tren experimental de alta velocidad conocido como Transrapid chocó a casi 200 kilómetros por hora contra un vagón de mantenimiento en un tramo situado entre las localidades de Lathen y Melstrup, en Baja Sajonia.
Según la policía, a bordo del tren se encontraban principalmente empleados de una compañía eléctrica alemana que visitaban las instalaciones, así como trabajadores del trayecto de pruebas acompañados de familiares.
Un portavoz dijo anoche que ya habían sido halladas las 33 personas involucradas en el accidente. "Creemos que no hay más víctimas", señaló un vocero policial. Previamente se había informado que eran 25 los muertos. En las tareas de rescate participaron casi 400 funcionarios.
"Como han perdido la vida muchos padres y madres de familia, estableceremos un fondo de ayuda", dijo el primer ministro del estado federado de Baja Sajonia, Christian Wulff, quien calificó el accidente de "trágico y cruel".
El Transrapid es un tren de fabricación alemana que levita sobre la vía gracias a electroimanes y que puede llegar a alcanzar velocidades de hasta 450 kilómetros por hora y funciona sin maquinista. Pese a que las autoridades alemanas lo consideran uno de los productos tecnológicos más innovadores del país, sus elevados costos han llevado a que hasta ahora sólo se haya instalado una única línea comercial de Transrapid, en China.
Las labores de rescate después del accidente discurrieron con gran lentitud, en vista de que la carrocería del Transrapid sufrió fuertes daños y de que la vía del tren se encuentra sobre pilares de hormigón de cinco metros de altura, lo que dificultaba el acceso del personal.
Por el lugar del siniestro quedaron esparcidos numerosos fragmentos del tren, así como prendas de vestir de las víctimas. Al parecer, el fuerte impacto hizo que el techo del Transrapid se desprendiera.
Consternación oficial
Tras darse a conocer la noticia del accidente, la canciller alemana, Angela Merkel, viajó al lugar del siniestro, mientras que el ministro de Transportes y Obras Públicas, Wolfgang Tiefensee, decidió poner fin antes de tiempo a su viaje a China y regresar a Alemania.
"Estoy aquí en una ocasión triste", afirmó Merkel visiblemente afectada. También el presidente alemán, Horst Koehler, se mostró consternado por lo ocurrido: "Mis pensamientos están con las víctimas y sus familias y con aquellos que actúan ahora en el lugar del siniestro en tareas de rescate".
Por el momento se desconocen las causas del accidente, aunque la compañía operadora del trayecto de pruebas (Iabg) y la fiscalía de Osnabrueck suponen que se trató de un error humano, posiblemente unido a una avería técnica que apunta al sistema de radio. "Si se hubiera cumplido con todas las normativas, este accidente no habría ocurrido", afirmó un ejecutivo de Iabg.
En el vagón de mantenimiento contra el que chocó el tren, dos empleados limpiaban la vía como todas las mañanas. Los trabajadores sobrevivieron pero quedaron gravemente heridos.
El Transrapid, aparentemente con 31 personas a bordo, no tendría que haber empezado a circular sin que la primera máquina abandonara antes la vía.
Para poder acceder al tren, los bomberos tuvieron que acudir al lugar con escaleras y grúas de gran porte.
A pesar de encontrarse en la etapa de experimental, el Transrapid sólo se ha instalado hasta el momento en Shanghai, con una ruta de unos 30 kilómetros que une el centro de la ciudad con el aeropuerto. El pasado 11 de agosto, un vagón se incendió en una estación, pero los pasajeros salieron ilesos.
En Alemania se debate desde hace años acerca de la construcción de una línea de Transrapid para unir el aeropuerto de Munich con el centro de la ciudad. Sin embargo, hasta ahora no se ha llegado a un acuerdo de financiación entre el gobierno central y las autoridades regionales de Baviera.
El trayecto de pruebas en el que se produjo el accidente funciona desde 1984 sin que hasta ahora se registraran incidentes importantes. Por ello, el grupo industrial alemán ThyssenKrupp, una de las empresas que participa en la producción del Transrapid, mantuvo la confianza en el proyecto de tren electromagnético.
"Sigo convencido de que es una técnica de transporte segura", dijo el presidente del consejo de administración de ThyssenKrupp, Ekkhard Schulz, quien se negó a hacer más comentarios hasta que no lleguen los resultados de la investigación del accidente. (DPA)
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Fotos
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Enormes grúas debieron utilizarse para retirar la parte delantera del convoy.
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