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sábado,
23 de
septiembre de
2006 |
Violencia
por la noche
El domingo volvíamos mis amigas y yo de una confitería bailable cuando nos asaltó en San Lorenzo y Balcarce una patota de cinco chicos de no más de 20 años. Una de mis amigas sufrió muchos golpes y rasguños, y un fuerte shock nervioso. Dentro de todo tuvimos suerte. Llamé de inmediato a la policía, pero no acudieron porque estaban en un accidente a pocas cuadras del lugar donde nos asaltaron. Fueron varias las causas por las que nos encontrábamos caminando por allí: primero porque no encontrábamos taxis, tampoco remises, y segundo porque los ómnibus se ven obligados a cambiar de recorrido a partir de las 3 de la mañana por no enfrentarse a estas patotitas que andan por el centro. Es una vergüenza que no se pueda prevenir este tipo de incidentes.
Mónica Medovoy, DNI 18.264.123
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