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 domingo, 10 de septiembre de 2006  
Preguntas abiertas
Al regimen soviético le faltó libertad. Porque sus líderes no lo advirtieron a tiempo

Por qué no sobrevivió la Unión Soviética es una pregunta casi con centenares de respuestas posibles. Pero la falta de libertad en la gente, pese a tener un modesto pero parejo nivel de vida, aparece como un factor clave.

  Los socialistas soviéticos pusieron un énfasis increíble en el desarrollo cultural de su pueblo y eso lo demuestra el nivel educativo de la gente. Los zares también eran amantes de la cultura pero sólo la nobleza tenía acceso a ella.

  Cuando los bolcheviques tomaron el Palacio de Invierno no permitieron que ninguna obra de arte del Museo Hermitage (ubicado dentro del palacio) fuera destruida. Se conservó todo.

  Pero, con tanta educación y valores culturales, cómo fue posible que los líderes soviéticos —hasta Gorbachov— no advirtieran a lo largo de las décadas que la falta de democracia terminaría haciendo colapsar el sistema. Es otra pregunta con variadas explicaciones e interpretaciones.

  El paso del régimen soviético al capitalismo trajo mayor libertad a la gente pero no fue mejor en todos los aspectos. La amplia brecha entre ricos y trabajadores es visiblemente notable en las calles. Se construye por todos lados pero no todos tendrán acceso a esas viviendas, destinadas para los más beneficiados del nuevo sistema político.

  Los alquileres son altos e impagables para jubilados y profesionales con sueldos bajos. Sin embargo, Moscú y San Petersburgo se parecen a cualquier ciudad europea y el nivel de vida de la gente va mejorando, aunque con dificultades.

  En el vasto interior del país, de unos 17 millones de kilómetros cuadrados, la situación no es tan buena como en Moscú y San Petersburgo. Pero recorrer las dos ciudades más importantes de la Rusia europea es poder descubrir y entender por qué esta nación siempre fue protagonista de la historia moderna, más allá de quien la gobierne.

  Hoy se terminó en Rusia la vida ordenada, planificada desde el nacimiento hasta la muerte y comenzó el reino de la selva en una sociedad acostumbrada al tutelaje económico, político e ideológico.

  Pero los jóvenes prefieren esta vida y no la otra que les cuentan sus padres y abuelos. Un gran tema de discusión en el país fue qué hacer con las viviendas que eran propiedad del Estado durante la URSS.

  Muchos pudieron adquirir hace algunos años las casas donde vivían por un bajo valor en una especie de proceso de privatización de los inmuebles públicos. Además, la propiedad de los campos es un problema que todavía no está resuelto del todo y sigue en debate. El metro cuadrado en el centro de Moscú vale una fortuna.

  El martes pasado, el diario The Moscow Times, que se edita en inglés, publicó una nota sobre el complejo habitacional llamado Severnoye Chertanovo, construido hace 30 años por el gobierno comunista para ocho mil trabajadores, veteranos de guerra y directores de fábrica. Como contraste, frente a esas viviendas, se levanta hoy otro complejo habitacional pero para mil personas y que estará listo a fin de 2007. La diferencia es que son departamentos de lujo que cuestan 200 mil dólares los de un dormitorio, 256 mil dólares los de dos y 300 mil dólares los de tres dormitorios. Tendrá teatros, shoppings y espacio para estacionar 2.500 autos. Está orientado a lo que ahora se denomina en Rusia la clase social de la gente de negocios.
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