Coria y Gaudio, los grandes ausentes

¿Será el año de Argentina en la Copa Davis? Tal vez. Lo que queda claro hasta aquí es que si bien todas las dificultades (léase superficies, rivales, etcétera) fueron resueltas de la mejor manera, el equipo capitaneado por Alberto Mancini viene dando algunas ventajas importantes. Como la ausencia de dos señores jugadores como Guillermo Coria y Gastón Gaudio. Hoy, afortunadamente, nadie parece extrañarlos, pero eso no invalida el plus que se le entrega al rival de turno en cada presentación. Vale una aclaración: ni el Mago, ni el Gato hoy merecen formar parte del equipo. El presente de ambos habla por sí solo.

Suena loco, pero es así. Si cualquier serie fuera a disputarse sobre cemento, césped o las velocísimas carpetas que suelen aparecer sólo en Copa Davis, sonaría lógico que los nombres de Coria y Gaudio estuvieran al menos en duda (siempre les costó adaptarse a las canchas rápidas), pero hoy la realidad marca que Argentina va a disputar de local una semifinal sobre polvo de ladrillo, y que no podrá contar con dos de los mejores exponentes en el mundo sobre esta superficie.

Qué lejos parece haber quedado aquella final de Roland Garros de 2004, festejada por Gastón, sufrida por Guillermo. Pero el tenis de ambos obliga a que sus cabezas funcionen en idéntica dimensión.

De allí que al Luli ni se le cruce por la mente citarlos. También es importante que ellos mismos, en especial Coria, sientan que la decisión del capitán del equipo es la más acertada.

Altibajos pronunciados pero siempre con flacos resultados de por medio por el lado de Gaudio; flaqueza mental, derrotas inconcebibles y cambios de entrenadores constantes por el lado de Coria. Un cóctel demasiado pesado para la realidad de ambos y, por supuesto, del equipo argentino. Por eso no están.

Afortunadamente no todo queda circunscripto a estos dos nombres, ya que hay alternativas más que potables (los resultados así lo avalan). No es bueno -tampoco saludable- esbozar lamentos por semejantes ausencias, pero qué atractivo, y saludable a la vez, sería ver a dos monstruos del polvo de ladrillo en acción. Igual, a ambos aún les queda, en teoría, mucho hilo en el carretel, aunque hoy Argentina es la que pierde.