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jueves,
24 de
agosto de
2006 |
Una ronda sin mayores sorpresas
Las sorpresas no aparecieron en esta primera fase del 15º Mundial y en los cruces de octavos de final estarán los seleccionados más poderosos, los de mayor tradición y los que en definitiva en Japón practicaron el mejor básquetbol.
Entre ellos están, a no dudarlo, Estados Unidos, España, Argentina y Grecia, los que, a priori, eran considerados los candidatos de la mayoría.
Si se analiza grupo por grupo, sin temor al error, el grupo A, que se juega en el Sendai Arena, ha sido el más flojo. Argentina estuvo por encima del resto de los equipos, donde Francia, pese a no tener a Tony Parker, desplegó un juego más asociado sustentando en el NBA, Boris Diaw.
En Serbia y Montenegro el polémico entrenador Dragan Sakota adelantó la etapa de transición y trajo un equipo sin las estrellas de la NBA (salvo Darko Milicic), aunque igual le alcanzó para clasificarse. Claro que no sabe hasta dónde podrá llegar.
Por su parte, la clasificación de Nigeria es un premio al trabajo realizado y al buen básquetbol que concretó el equipo dirigido por el ex Chicago Bulls Samuel Vincents, que tuvo en el el excelente base Ime Udoka como su valor más relevante.
En la zona B, en la ciudad de Hiroshima, el seleccionado de España, que "jugó con sus rivales", se entrenó pensando en lo que se viene y dejó el sello indeleble de un gran candidato, aunque resta saber si podrá superar esa especie de síndrome que lo persigue desde hace muchos años y que no le permite llegar a un podio, como ocurrió en Atenas 2004, donde arrasó en la zona y perdió en los cuartos con un flojo seleccionado de Estados Unidos.
Mientras que Alemania, con un Dirk Nowitzki sintiendo el desgaste de la extenuante temporada de la NBA, con Dallas Mavericks, no rindió como en el campeonato Europeo del año pasado, jugado en Serbia y Montenegro.
Lo mismo ocurre con Nueva Zelanda que no tuvo en sus primeros tres partidos al estratega Mark Dickel, suspendido por Fiba por consumo de marihuana.
En esta zona sorprendió Angola, que después de mucho tiempo logró ubicar a un equipo africano entre los 16 mejores del mundo.
El que sí es un jeroglífico es el grupo C, donde Grecia asoma como el más sólido y el candidato a quedar primero, con figuras como Dimitris Diamantidis, Teodorus Papaloukas y Aotnine Fotsis.
En esta zona también es revelación Turquía, que se llevó triunfos en sus primeros cuatro partidos, con un gran tirador como Seryan Erdoyan.
Lituania creció y está clasificado para octavos, mientras que Brasil y Australia definían esta madrugada la plaza.
Por último, en el grupo D, en Sapporo, Estados Unidos, con un Carmelo Anthony impresionante, no mostró todavía todo lo que tiene pero le alcanzó para hilvanar convincentes triunfos sobre Puerto Rico, China, Eslovenia e Italia.
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