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jueves,
24 de
agosto de
2006 |
La más estúpida
de las batallas
Hace poco más de un mes escribía una carta a los lectores contándoles la odisea de mi mamá en el Pami, y su lucha contra su enfermedad. Hoy la odisea terminó, ella sólo tenía 58 años y unas ganas locas de vivir. Pero no pudo... A mediados de junio, después de tantas idas y vueltas, por fin el médico prescribe una droga para ver si con nuevos ciclos de quimioterapia se podía frenar el avance de la enfermedad. Por supuesto que nunca nos imaginamos que después de muchos trámites la droga iba a llegar no dos o tres días después, sino el sábado 12 de agosto. Nunca vamos a saber qué hubiese pasado si comenzaba con los ciclos a tiempo. Ahora, que todo paso, sólo me queda agradecer la generosidad de la doctora Silvia Scalbi y la calidez de la doctora Gabriela Fracchia. Hoy, mi mamá, que hace muchos años venía luchando, perdió la última batalla contra su enfermedad, pero también perdió la más estúpida de las batallas, la que libró contra la burocracia del Pami, que nunca entendió que un día podía ser la diferencia entre vivir o morir.
Ana María López, DNI 20.536.116
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