Claros objetivos

Audi patentó hace un cuarto de siglo un sistema de tracción integral al que bautizó Quattro, que se hiciera famoso a partir de los exitosos autos de rally. Con el tiempo esa tecnología se trasladó a los autos de calle de la marca pero paradójicamente nunca había llegado a un SUV 4x4, y sólo se había animado tibiamente con el Allroad, una carrocería de station wagon sin pretensiones todoterreno.

  Por otra parte, en la última década todas las marcas premium se fueron sumando al mercado de los 4x4, atraídos fundamentalmente por los consumidores norteamericanos. Así, se fueron sumando Mercedes Benz con el Clase B y BMW con el X5, y también un modelo como el Porsche Cayenne del cual el Q7 hereda buena parte de su carga genética.

  Volkswagen y Porsche se unieron en un joint venture para el desarrollo de un todoterreno de lujo y el resultado fue el Cayenne y el Touareg. Audi, marca integrante del Grupo Volkswagen, aprovechó esa sinergia y a partir del Touareg desarrolló el Q7, que comparte con el modelo de VW muchas cosas, entre ellas la línea de montaje en Eslovaquia.

  El primer indicio lo dio Audi en el Salón de Detroit de enero de 2003, donde presentó el concept Pike’s Peaks, con líneas que el Q7 ha mantenido mayormente en el modelo de producción.

  El lugar elegido para esa exhibición —Estados Unidos— mostraban claramente el destinatario del modelo, y el nombre Pike’s Peaks hacía honor a una tradicional competencia de rally que consiste en escalar esa montaña de Norteamérica por sinuosos caminos, en los cuales los Audi Quattro fueron figura.

  El Q7 como se lo conoce hoy fue presentado en sociedad en la “Noche Quattro” del 21 de febrero de 2005 en la plaza del Audi Forum de Ingolstadt, Alemania, sede de Audi, en el marco de los festejos por los 25 años de la tracción Quattro. El nuevo Q7 se enmarca en una estrategia de Audi que pretende vender un total de un millón de vehículos durante 2008, un objetivo ambicioso en el que el tiempo y los clientes darán su veredicto.