Coimas: otra testigo complica a Costanzo

Otra ex empleada del Senado dijo haber visto "un maletín repleto de dinero" en el despacho del ex legislador

Una segunda ex empleada de Remo Costanzo complicó ayer la situación del otrora senador nacional del PJ en la causa que investiga el supuesto pago de sobornos en la Cámara alta. Natalia Tolosa confirmó que la secretaria del legislador en el momento del affaire, Sandra Montero -quien declaró el jueves pasado ante el juez federal Daniel Rafecas-, tenía una "relación personal y laboral" con el procesado (que deberá regresar a Tribunales) y, además, aseguró que vio "un maletín repleto de dinero" en su despacho.

Tolosa, secretaria del turno tarde de Costanzo en el Senado, le dijo al juez que conocía a Montero, quien -amplió- iba a diario al despacho del por entonces legislador. Al referirse al escándalo de las coimas, destacó: "Se comentaba en todos los despachos que iba a haber un arreglo para que se votara la ley sí o sí".

Un día antes, Montero había dicho que el 27 de abril de 2000 vio 300.000 pesos correspondientes al soborno por la aprobación de la reforma laboral. Es decir 24 horas después de sancionada la norma.

A su vez, Roberto Ribas, abogado de Montero, se presentó nuevamente ayer ante Rafecas. Entregó dos bolsas con agendas y documentación para acreditar el vínculo "personal y laboral" de su defendida con Costanzo.

El ex legislador, en tanto, será indagado nuevamente por el magistrado (a pedido de su defensa). Por el momento, Costanzo no solicitó ser sometido a careo alguno con su ex empleada, que cuenta con custodia personal en el marco de un plan para testigos protegidos. Los testimonios serán agregados a los fundamentos de la elevación a juicio oral tanto del fiscal Federico Delgado como de Rafecas, quien se apresta a cerrar la investigación en lo atinente a los ya procesados. También ordenaría que Angel Pardo, uno de los ex senadores nombrados por Montero, sea revisado por médicos forenses para determinar si está en condiciones de enfrentar un proceso penal pues tendría graves problemas de salud.

Para una eventual segundo juicio dejaría al ex presidente Fernando de la Rúa, a quien indagó dos veces como sospechoso del delito de cohecho activo, aunque todavía restan definir su situación procesal.