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 sábado, 19 de agosto de 2006  
Reflexiones
El respeto a la verdad

José Elmir (*)

Coincido en afirmar que no se juega con las instituciones, y por eso respondo al concejal Horacio Ghirardi, que pareciera atravesar por una ceguera profunda o padecer de algún otro mal en estado muy avanzado. Aunque precavido, no descarto que haya concurrido al curso sobre Borges que se dicta en el Bernardino Rivadavia y como colofón del mismo haya decidido escribir la nota haciendo abstracción de la realidad con la imaginación fantástica del ilustre escritor y entonces, por reducción al absurdo, se pueda comprender lo que ha pretendido expresar en su escrito.

Que Santa Fe carezca de la Constitución que debió ser actualizada al calor de las reformas del año 1994, no es responsabilidad del justicialismo solamente ni como partido, ni como gobierno. La oposición -que en esta provincia desde 1995 es la Alianza Santafesina y ahora con etiqueta renovada el Frente Progresista- jamás sacó una solicitada llamando al gobierno o al Partido Justicialista instando a la realización de la reforma constitucional. Más aún, ni siquiera se ponen de acuerdo entre ellos, ya que el socialismo difiere en ciertos aspectos de manera muy profunda con el radicalismo. Unos no quieren representación territorial y los otros sí, menuda diferencia.

El socialismo tiene una idea muy distorsionada de lo que es democracia, leyes, representaciones, instituciones, y para ello recomendaría al concejal Ghirardi que lea el libro "Argentina un país al margen de la ley", para que comprenda cuál es la base de la anomia institucional que verdaderamente traba el desarrollo de las aspiraciones colectivas realizadas en orden democrático, y de paso el municipio de Rosario empiece a tener la luz que le proyectaría usted desde el Concejo Municipal según el eslogan electoral de sus publicistas.

Gracias a la ley de lemas que usted denosta, Hermes Binner pudo llegar a la Intendencia de Rosario imponiéndose por un escaso margen sobre D'Ambrosio. En 1991 Usandizaga fue más votado que Reutemann, es un hecho histórico e incontrovertible, por lo cual resulta absolutamente falso que Binner haya sido el único candidato a gobernador que, siendo el más votado, no llegó al cargo mediante "todos los votos emitidos". Usandizaga aceptó las reglas del juego haciendo honor a la mencionada ley de lemas, que incluso fue votada por el Partido Socialista en Santa Fe a través del diputado Tizón. Pero claro, estas cosas supongo que usted no las recuerda. ¿O no las quiere ver?

Es frecuente que Binner y los socialistas tengan una visión muy restringida de las normas. Si les conviene, éstas son buenas y ejemplares, y cuando no, son de lo peor. Mientras en septiembre de 1995 se producía una crisis en el recuento electoral y Millet gritaba a voz en cuello que había un fraude escandaloso, ese mismo domingo por la noche Giustiniani decía que las elecciones fueron ejemplares y en Rosario, fruto de eso, Binner era intendente mientras dejaba solo a los radicales. ¿La falta de memoria hace esto?

En un análisis más profundo de la evolución de la institución municipal nos preguntamos: ¿quieren más autonomía?, ¿para qué? Nada les impidió el ejercicio de los "superpoderes municipales" cuando han batido el récord de pedidos de informes sin contestar al Concejo con magnitudes insólitas que en los últimos años de Binner, en algunos casos, superaron la media del 70 por ciento anual. La ley orgánica de municipalidades y comunas vigente dispone que el gobierno de las ciudades se concrete a través del Concejo Municipal en una parte y en la otra en la existencia de un intendente que representa al departamento Ejecutivo del gobierno municipal, expresado por el Concejo. El socialismo desde 1995 se encargó de gobernar obstruyendo sistemáticamente el control y la representación política de los concejales, realizando campañas casi permanentes contra el Concejo, que representaba nada más y nada menos que la voluntad del conjunto del pueblo a través de todos sus miembros electos por el voto popular. Al parecer -en la acción de los socialistas- los votos son iguales a los de sociedades anónimas, votos de 1º clase y de 2º clase. ¿Será por eso que hacen tantas sociedades del Estado municipal eludiendo siempre al Concejo? ¿Por eso tampoco informan el brillante desempeño del Banco Municipal? Mal que les pese, la ley les impone el control del Concejo en estos órganos aunque se niegan a cumplir la ley.

Recordamos cuando Binner, un 25 de mayo del 2000, hizo una embestida contra el Tribunal Municipal de Cuentas declarándolo bochornoso. Después supimos la realidad de tal agresión. Habían detectado que un ilustre concesionario deseaba cobrarle al municipio con facturas apócrifas, y esto no había sido advertido por el intendente, ¿curioso no? De todas maneras esto se encuentra en un juzgado penal al cual Binner nunca concurrió espontáneamente para aclarar tal situación de forma indubitable, como lo haría un buen republicano sin esperar que un juez lo llame.

Por último, dejo asentado que como presidente de una comisión investigadora, relevé junto a mis pares gravísimas irregularidades en un voluminoso informe con toda la documentación probatoria del caso, dejando demostrado de manera prístina que se le causó un severo daño material y moral al municipio durante el gobierno de Binner. Claro, por esas casualidades, dicho informe duerme hoy en la Justicia penal donde el juez es cuñado de un socio político de los socialistas.

Termino con una reflexión en honor a la verdad y convencido que con las instituciones no se juega, y como parafraseando a Borges, los socialistas no son buenos ni malos, son incorregibles.

(*) Ex concejal del PJ
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