Viajeros del tiempo

Una sucursal bien surtida. El gerente de la sombrerería y camisería Jockey Club, instalada en la calle San Martín entre Córdoba y Rioja, se presentó a la comisaría de investigaciones denunciando que había despedido al empleado Carlos Valla por suponerlo autor de varios robos en ese comercio. De inmediato, el comisario de pesquisas lanzó a sus mejores sabuesos a buscar a Valla, quien luego de ser hábilmente interrogado confesó haber sustraído algunos objetos de poco valor. Sin embargo, al practicarse un registro en la habitación del hotel Rosario donde vive el acusado, se encontró una verdadera sucursal de la casa Jockey Club. Allí, en roperos y baúles, había de todo: pañuelos de seda, camisetas, calzoncillos, camisas, cuellos, puños, botines, necesers de viaje, corbatas, medias, y todo de la mejor clase, pues lo secuestrado se evalúa en dos mil pesos. Se cree que desde el mismo día en que Valla entró como empleado en esa casa empezó a robar llevándose diariamente alguna cosa. Su arresto se ha convertido en prisión preventiva mientras se averigua si ha vendido alguna cosa.

Entre periodistas.

-Enfermo: Se encuentra enfermo desde hace tres días, aunque no de gravedad, el joven periodista señor José Ragel.

-Noviazgo: Nuestro corresponsal en Sunchales nos informa que se halla en perspectiva la realización de un noviazgo entre un joven periodista de esa localidad con una bella hija del Rosario. De confirmarse esta noticia constituiría un gran acontecimiento para la sociedad sunchalense. Resta ahora solamente averiguar quién es el joven periodista.

-La viuda de Lascano y su planta de magnolia: La señora Emerenciana Cabral, viuda de nuestro ex compañero de redacción señor Ramón Lascano, ha donado a la Municipalidad una hermosa planta de magnolia que hace 18 años tiene en su casa de la calle Ayacucho 1488, cumpliendo así un deseo manifestado repetidas veces, en vida, por su extinto esposo. Dicha planta, según el deseo de la señora donante, será colocada en el parque Independencia.

Desaparecidos. La inspección general practicó ayer una visita a las fondas y casas de hospedaje para verificar si se cumple la ordenanza respecto al número de camas que se permiten en cada habitación. Se encontró que en sesenta de estos negocios se había infringido la disposición ya que el número de camas era superior al permitido, pero no en cuanto al de personas alojadas. A pesar de que había exceso de camas pero no de pasajeros, igual se apercibió severamente a los dueños de esos hospedajes a fin de que respeten las ordenanzas.

Investigación y realización Guillermo Zinni ©

Fuente: diario La Capital