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 sábado, 19 de agosto de 2006  
La metáfora del parabrisas

Para Livingston, la arquitectura en los ámbitos académicos del mundo parece cada vez más autista y considera que es vista desde esas entidades generadoras de conocimiento sólo como una escultura grande. "Todos los comentarios sobre las obras no tienen que ver con los clientes, ya sean familias, personas que van a un museo o los pasajeros que viajan desde una estación de ómnibus. Las obras son entendidas como objetos para contemplar. O lo que es peor, algunos sólo se quedan contemplando el dibujo. Y el cliente aparece como un mal necesario que paga para llevarlos a cabo".

En relación al tema el profesional narró una metáfora que lo ayuda a destacar sus ideas. "Hace un par de semanas pasé por una casa de parabrisas cuyo slogan era: El repuesto que más se mira. Lo primero que pensé fue que era muy bueno. Pero más tarde me dije no, es el repuesto que menos se mira, porque si alguien se queda mirando la manchita en el parabrisas, choca. Entonces, el parabrisas sirve para que no se mire", contó. Según él, en esta metáfora el parabrisas sería el dibujo. "Muchos arquitectos sólo miran el dibujo, y por eso terminan chocando", concluyó.
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