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 sábado, 19 de agosto de 2006  
Artesanos: destellos cautivantes
A base de materiales no convencionales, Andrea Pedraza diseña todo tipo de lámparas a fin de lograr armonía, calidez y exclusividad en cada ambiente

Paulina Schmidt

Sensible a nuestros ojos, la luz es un medio vital en la decoración de interiores. Crea efectos difusos o intensos, puntuales o indirectos. La luz encamina la mirada, dirige la atención hacia los objetos, destaca detalles arquitectónicos y armoniza ambientes. Así, la lámpara se convierte en un objeto decorativo dentro del hogar, concilia estilo y funcionalidad bajo un óptimo nivel lumínico y menor consumo energético.

La planificación y el estudio de las necesidades de cada espacio dependerán de los requerimientos particulares para crear ambientes, diferenciarlos y destacarlos. A los fines de conseguir el máximo rendimiento visual y de consumo, cada lámpara y tipo de iluminación buscará su lugar dentro de la casa.

"Trato de materializar ideas simples pero creativas y de vanguardia. Me entusiasma el desafío de jerarquizar un ambiente a través del juego de luces y sombras", señala a Estilo, Andrea Pedraza, diseñadora equipacional especializada en iluminación.

La fusión de materiales no convencionales como mangueras, rayadores, corchos, chapitas, películas fotográficas y alambres distingue un estilo informal a través del diseño y la creación de accesorios lumínicos de "Luz Día", el nombre que identifica el estudio de Pedraza. "Sentía que faltaba incorporar una veta artística dentro de la técnica y el cálculo. Siempre trato de no repetir objetos y crear algo impactante. Esta vez utilicé chapitas de gaseosas y cadenas de bijouterie para jugar con la altura de la lámpara, sobre un soporte de policarbonato y una luz dicroica", especifica Pedraza.

Mientras algunos materiales como el tejido de obra, las cintas de cuero y apliques de corchos aportan peso y color propio, las lámparas infantiles incluyen colores saturados, alambres, tules y figuras.

Sentido decorativo

La tendencia que moviliza hoy a decoradores y arquitectos, privilegia la luz difusa. Detrás de un panel, generalmente el artefacto queda oculto. La esencia escenográfica lidera la disposición y el juego de luces y sombras en el ambiente: iluminación baja y arrasante para las escaleras; luz de color y puntual para destacar un objeto.

"A la gente le cuesta imaginar cómo lucirán los objetos o la disposición que adoptarán. Por eso resulta provechoso que tengan acceso a espacios ambientados, donde encuentren casi todos los detalles resueltos", destaca la diseñadora.

A contrapunto de esta característica, la diseñadora propone incorporar la lámpara como objeto en sintonía con el resto del mobiliario. "La iluminación reaparece con sentido decorativo complementando el estilo de un ambiente, destaca detalles y oculta defectos. Antes no se prestaba demasiada atención al efecto cálido o frío que podía causar la luz", agrega.

Para iluminar cada espacio y rincón de la casa, hay que tener en cuenta algunos conceptos básicos ligados estrechamente con el estilo adoptado. "En una casa country, las lámparas podrán ser rústicas, incorporando materiales como la caña, el alambre, mimbre y otros. En cambio, cuando se trata de un estilo minimalista, el vidrio o vitrofusión mantiene las líneas puras", aclara.

"La armonía del ambiente también dependerá del color de la luz: cálida para muebles de madera, y fría o blanca para el hierro. Esto que parece un detalle puede anular la esencia de un espacio", agrega la especialista.

A diferencia de la iluminación general y uniforme que sólo pueden lograr las lámparas colgantes, protagonistas en una mesa de comedor, la luz ambiental recurre a lámparas de pie y de sobremesa para conseguir una atmósfera cálida y relajada.

En el dormitorio, es necesario disponer de luz difusa para la iluminación general, y directa para puntos específicos, como la mesita de noche, el tocador o el vestidor. Mediante focos, dicroicas y otros tipos de lámparas, la luz puntual logra efectos escenográficos, destaca detalles arquitectónicos y hace que las esculturas y pinturas se conviertan en protagonistas del espacio.

Calidad y bajo consumo

El desarrollo y evolución de lámparas y artefactos de iluminación alcanzan hoy su máximo rendimiento y menor consumo. "Incandescentes, dicroicas y bipin son algunas de las más utilizadas. La gente desconoce que el tubo fluorescente presenta una infinidad de modelos y alcanza temperaturas de color de 2.700º K (similar al color de luz de la lámpara clara) para efectos de luz indirecta y uniforme", destaca Pedraza.

Pero si hablamos de tendencias, las lámparas leds son las nuevas dicroicas. Tienen muy bajo consumo (a razón de 4 watt) y un promedio de vida de 50.000 horas. En cambio, las dicroicas convencionales consumen 50 watt y duran aproximadamente 2 años.

"Otra lámpara que reemplazó a la dicroica es la AR 111. Los locales comerciales de los shoppings y de la peatonal la utilizan, por su efecto de luz puntual y control de ángulos.Son especiales también para doble alturas en viviendas o huecos de escalera", explica.
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