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 domingo, 13 de agosto de 2006  
Pantalla caliente. La competencia en la TV sigue al rojo vivo
Los dueños del rating gozan de la fidelidad del público cautivo
"Montecristo", "Sos mi vida" y "ShowMatch" lideran las mediciones de audiencia del prime time de la televisión argentina a medida que van ganando emotividad

Pedro Squillaci / Escenario

¿La gente siempre mira lo mismo? ¿Por qué Tinelli nunca baja de los tres programas más vistos? ¿Cualquier telenovela arrasa con el rating? Estas son sólo algunas preguntas vinculadas al mundo de la pantalla chica que afloran con sólo hacer un repaso de las mayores atracciones de la televisión argentina.

Las telenovelas gustan, y si la historia de amor es cada vez más imposible suben las mediciones. Los culebrones tienen que ir siempre en horario de la siesta y, claro está, son más atrapantes si llegan de Brasil o Colombia. Telefé da prueba de ello.

Pero si la siesta es del canal de las pelotas y "Montecristo" se adueña noche a noche del rating, no hay duda que las mañanas y las medianoches son del 13. ¿O alguien se atreve a desafiarle el liderazgo a "Mañanas informales" y "Duro de domar".

Los segmentos están bien diferenciados. Y la noche es clave. Hace dos semanas que "Montecristo" promedia 30 puntos de rating, "Sos mi vida" alcanza 29 y "ShowMatch" llega a 24 puntos. La tira de Telefé bucea sobre una historia de amor donde talla la venganza, esencia de la novela de Alejandro Dumas, sobre el trasfondo de un caso de apropiación de bebés en tiempos de la dictadura.

Sin embargo, más allá del contexto político, el capítulo que más midió fue cuando la pareja central se vio la cara por primera vez después de diez años. Tuvo picos de 35 puntos. Lo que representa que, sólo en Buenos Aires, unos tres millones y medio de televidentes estuvieron expectantes ante el encuentro de Santiago (Pablo Echarri) y Laura (Paola Krum).

Marcelo Camaño, el responsable de los libros de la tira de Telefé junto a Adriana Lorenzón, explica el por qué del suceso. "Pasa lo que pasa todo la vida: una historia de amor bien contada genera tensión en el público. Tiene que ver con los sentimientos muy básicos que nos siguen enocionando. Se busca el refugio en el amor y los afectos para ponernos a salvo de un entorno cada vez más salvaje", dijo el libretista rosarino, quien también participó en los guiones de "Resistiré", "Doble vida" y "El deseo", entre otros.

El autor, quien adelantó que la telenovela seguirá hasta diciembre, dijo que otro de las factores de atracción de la tira es que "se salió del estereotipo del malvado. Aquí los villanos reaccionan de manera normal, y demuestran que a todos los toca el amor. Y hasta lo dijo Santiago, el personaje que interpreta Echarri: "El amor atraviesa a todos y nos hace cometer los peores errores".

Por el lado del canal de la competencia, aparece Ana Acosta como una protagonista un tanto particular. "Tuve la suerte de estar en dos de los programas de mayor rating de la tevé", dice a este diario casi sorprendida. Su referencia viene a cuento por su Beatriz, la desequilibrada esposa de Alfredo (Alejandro Awada) en "Sos mi vida", que actualmente está internada en un psiquiátrico; y por ser la bailarina estrella de "Bailando por un sueño", el exitoso bloque de "ShowMatch" que permitió que Tinelli siga con vida.

"Creo que «Sos mi vida» atrapa porque es una comedia en la que se engancha la familia, y la pueden ver todos juntos frente al televisor, sobre todo los chicos. En mi caso, tengo hijos de 11 y 4 años y la disfrutan muchísimo", rescató la actriz, quien además integra el elenco de la obra de Gerardo Sofovich "Soltero...¡y con dos viudas!", que se ofrece en la porteñísima Calle Corrientes.

Por otra parte, destacó que la comedia de Pol-Ka tiene una atracción "inevitable" que es "la historia de la chica pobre y el chico rico, que engancha desde tiempos inmemorables. Es una fórmula repetida pero exitosa", dijo la intérprete que ganó renombre a partir de su disparatado sentido del humor en el teatro under.

El tema Tinelli merece un párrafo aparte. Su ciclo no es el más visto de la tele pero nunca baja de los 20 puntos. Es decir, tanto como las dos tiras que se alternan la punta del rating, tiene un televidente cautivo, y de una llamativa fidelidad.

"Creo que a la gente le gusta ver "Bailando por un sueño" porque puede apreciar otra faceta del actor. Fijate que también pasa en "Tiempo Límite" cuando Sofovich invita a famosos. Se ve a un actor, o músico, o deportista al desnudo, de una forma descarnada", dijo la actriz.

Su experiencia en la eliminación de la competencia en el ciclo producido por Ideas del Sur es una prueba de la repercusión del programa de Tinelli. "El día que me echaron no quise hablar porque estaba mal, «Intrusos» hizo una movida que yo estaba deprimida y el miércoles salí en vivo desde mi casa e hizo 13 puntos. Después Viviana Canosa (por «Los profesionales de siempre») también me hizo la nota y alcanzó una medición parecida. O sea, los otros programas se retroalimentan de los éxitos, y sube el rating", dijo la actriz, que elogió la capacidad de los programadores para conocer las preferencias de la gente.

La secuela de esta historia se dio con el intríngulis entre Florencia de la V y Laura Fidalgo el martes pasado, y por las mediciones obtenidas, seguramente estos choques volverán a repetirse.

Otro fenómeno del rating es la saga de las telenovelas de la tarde. Y aquí a Telefé no hay con qué darle. Arranca a las 13.30 con "Se dice amor", sigue con la colombiana "La tormenta", trascartón el culebrón brasilero de época "Isaura, la esclava" y después llega otra novela de ese país "El sabor de la pasión". Todas miden entre 14 y 19 puntos, comandan la tarde por tres horas y no tienen competencia.

Gerardo Romano, quien da vida a Octavio, en "Se dice amor", la novela que protagoniza Juan Darthés, tiene su ácida mirada sobre el fenómeno de la pantalla chica:

"La televisión no es el tipo de cultura que me moviliza. No consumo tele y para que eso ocurriera tendría que sorprenderme con cosas nuevas, cosa que no ocurre", indicó el experimentado actor.

Romano consideró que los altos ratings que se ven en la televisión tienen que ver con "sectores sociales que fueron cómplices" de una política disuasiva que permitió el aislamiento de una tendencia cultural más cualitativa.

Sin embargo, destacó que el éxito de la tira en la que participa tiene que ver con el productor y coautor Enrique Estevanez, "que es un obsesivo con el trabajo y tiene una intuición y tenacidad ideal para conseguir un éxito en lo que se propone".

Números más, números menos, el público nunca duda a la hora de elegir, sea entretenimiento, culebrones, ficciones sesudas o pasatistas, o bien películas. El control remoto pasó a ser un elemento clave, con más peso que nunca. Claro que hay ciertos romances con algunos programas que parecen eternos. Como esas telenovelas, que aunque el protagonista pierda la memoria siempre retorna al primer amor.
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Pablo Echarri y Paola Krum, protagonistas de Montecristo.


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