Historias

Los orígenes del Mercosur

Para entender el difícil proceso de lo que es en la actualidad el Mercosur es necesario ir a los inicios del proyecto que llevaron a cabo los cuatro países que lo iniciaron -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- y que derivó en una acelerada marcha hacia la integración económica y la comprensión política.

Desde su origen la motivación política de sus promotores estuvo clara. El entendimiento político fue el eje de las conversaciones entre el presidente argentino, Raúl Alfonsín y el entonces presidente electo de Brasil, Tancredo Neves, durante su visita a Buenos Aires a principios de 1985.

Este proyecto se plasmó inicialmente en la "Declaración de Iguazú", suscripta por los presidentes de los dos países -Raúl Alfonsín y José Sarney- en 1985. Pero fue el 15 de agosto de de 1991 cuando el Congreso argentino aprobó el "Tratado para la constitución de un mercado común", más conocido como el "Tratado de Asunción" que en marzo del mismo año habían firmado los países integrantes en Paraguay.

El objetivo primordial del tratado fue la integración de los Estados partes, a través de la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos, con la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente, además del esclarecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común en relación a terceros Estados o agrupaciones de Estados y la coordinación de posiciones en foros económicos, comerciales regionales e internacionales.

El tratado es, en espíritu, la base inicial del Mercosur y el documento por el cual se discute actualmente la incorporación de otros Estados al bloque económico. Entre sus puntos también figura la coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados parte sobre: comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera y de transportes y comunicaciones y otras que se acuerden.


Los protocolos
El fin último del proceso de integración económica convenida en el Tratado, es "promover el desarrollo con justicia social", mediante el aprovechamiento de los recursos disponibles, la preservación del medio ambiente, las interconexiones físicas, la coordinación de políticas macroeconómicas y la complementación de los distintos sectores de la economía.

Luego vinieron otros tratados complementarios de suma importancia como el "Protocolo de Ouro Preto", que entró en vigencia el 15 de diciembre de 1995. En los protocolos se acordó que los gobiernos de los cuatro países adhieren a los principios democrático y de respeto a los derechos humanos a la vez que están empeñados, en la medida de lo posible, en la armonización de las respectivas legislaciones nacionales.

Hoy a los iniciadores e sumaron Chile, Bolivia y Venezuela como Estados asociados.

En agosto de 1991 tomó forma un proyecto que aún continúa y que permitió la liberalización comercial intrarregional, el establecimiento de una política comercial común, la coordinación de políticas para asegurar condiciones adecuadas de competencia y la armonización de legislaciones fueran posibles.