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domingo,
06 de
agosto de
2006 |
Nuevo reclamo para erradicar el basural de Ricardone
Ricardone.- Un nuevo episodio se inscribe en la historia de la localidad relacionada con el reclamo de vecinos y opositores a la dirigencia comunal respecto a la instalación del relleno sanitario que recibe los residuos de la ciudad de Rosario. Después de la intervención de diversos organismos y la movilización de gran parte de la sociedad, se aguarda el cumplimiento de una ordenanza sancionada el año pasado que prohíbe la expansión del contenedor de residuos y tareas de volcado o tratamiento de desperdicios.
El conflicto comenzó en 1998, cuando el entonces presidente comunal Juan Carlos Zinni, autorizó la instalación del relleno sanitario para recibir un promedio de 90 toneladas diarias de basura y ampliar la operatoria hasta llegar a las 300 toneladas. La empresa Resicom Ingeniería Ambiental pautó con la Municipalidad de Rosario el ingreso de la basura generada en la ciudad, lo que provocó que gran parte de la comunidad se ponga en pie de lucha y se organizara a través de un grupo de vecinos autoconvocados.
Posteriormente la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia se ocupó de la problemática pero, a pesar de marchas, reuniones y manifestaciones populares, no se pudo frenar el arribo de los desperdicios.
"Los resultados se pueden ver y oler", aseguran los vecinos, que en su momento lograron que se promulgara un llamado a plebiscito para la aprobación de una ordenanza que limitara la operatoria del relleno sanitario. La consulta se debía realizar en octubre de 2005, pero la previsión de un resultado adverso a los intereses económicos y el temor a la influencia sobre las elecciones comunales que serían simultáneas, motivó que el oficialismo optara por aprobarla, aunque en la actualidad no se cumple.
En la ordenanza se establece la prohibición de ampliar el relleno existente o habilitar nuevas tareas de volcado o tratamiento porque la actividad no se considera beneficiosa para la comunidad. La explotación de la empresa de recolección no reporta ingresos acordes a los perjuicios ocasionados. Como contraprestación la comuna recibe la recolección y el tratamiento final de los residuos sólidos urbanos que no superan las cinco toneladas mensuales.
A poco de cumplirse un año de la sanción de la norma, el relleno sanitario sigue como antes, con pocos avances a favor de la lucha encarada por los vecinos. Una agravante a la tensa situación se produjo cuando la Defensoría del Pueblo de la provincia ordenó análisis físico-químicos y bacteriológicos sobre el agua para consumo extraída de perforaciones cercanas al relleno sanitario. Se determinó que la calidad no cumple con lo reglamentado por la presencia excesiva de nitratos y arsénico aportados por el relleno sanitario. En una resolución del organismo se descartó la utilización de agroquímicos como causante del problema y se responsabilizó a la empresa Resicom Ingeniería Ambiental por la contaminación.
La oposición sigue reclamando la puesta en práctica de la ordenanza que incluye entre otras previsiones, la convocatoria de vecinos para tomar decisiones que involucren el patrimonio comunitario o el medio ambiente. También estipula la creación de una comisión integrada por la comuna, vecinos designados por elección comunitaria y miembros de la empresa concesionaria, para ejercer el cumplimiento de las normas.
La comunidad de Ricardone sigue a la espera de que el actual presidente comunal, Fabián Acosta, respete la voluntad expresada por los vecinos y el cumplimiento del compromiso asumido. Actualmente la población manifiesta opiniones divididas y desde el poder, se sigue apostando a un negocio que huele mal.
Informe: Graciela Gianne
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