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domingo,
06 de
agosto de
2006 |
Suerte Burrito
Luis Alberto Yorlano
Ya se puso en marcha el torneo Apertura. Un notable movimiento de jugadores se produjeron en los clubes que participan en la primera división. Sobresalen los regresos de Verón a Estudiantes, Ortega a River, el Kily González a Central, que le dan un toque de romanticismo cuando explican el porqué de sus retornos. Y seguramente de la misma manera otros extrañarán, como los de Independiente a Agüero, los boquenses a Insúa y los de Vélez a Somoza, unos de los últimos mejores volantes de contención que dio nuestro fútbol. Y seguro que cuando Belluschi aparezca con la camiseta de River, no pocos leprosos masticarán la bronca de la impotencia.
Pero el fútbol es así y en cada comienzo siempre los que se arman bien se preparan para el posible júbilo que dan los triunfos y los otros, cuando las cosas no salgan bien, encontrar al culpable para descargar toda su bronca. Pero ya no queda tiempo de arrepentimientos. El que tenía dinero compró, y el que no lo tuvo vendió. Algunos incorporaron para cambiar un poco la cara al plantel y otros contrataron refuerzos para pelear el campeonato.
Los equipos de la ciudad transitaron por caminos diferentes. Central con la ayuda del grupo inversor se hizo notar en el mercado con nombres de fama internacional, mientras que Newell's, confiando en Pumpido, siguió apostando a jugadores con hambre de triunfos, que ven al fútbol argentino como trampolín para llegar a la selección de su país o en una transferencia a los torneos mejores pagos del mundo
Central hizo mucho ruido y también vivió momentos desagradables. Pero eso ya es historia. Ahora hay que pensar en ganar algo y sus hinchas solo piensan en eso. Como solía decir el Bambino Veira "la base está" y si lo experimentados aguantan el ritmo, seguro que algo bueno se puede conseguir.
En Newell's todo es más modesto. Desde sus incorporaciones hasta las declaraciones de los sus jugadores. Todo parece más ordenado, y en el fútbol ese exceso de orden aburre. ¿Será que no está Ortega?. Yo lo estoy empezando a extrañar. Ya no encuentro a esos nocheros que me contaban las caravanas del habilidoso jujeño por las discos y los boliches de la ciudad. O aquellos que solían contarles las cervezas que se pasaba al buche y que después no aparecía en el entrenamiento por problemas gastrointestinales. No quedan dudas que el Burrito siempre nos daba temas para hablar. Todos los días nos tiraba un centro de gol. Que no aparecía en la concentración, se iba y no retornaba en el término permitido.
Ortega siempre fue tapa de los diarios y seguimientos en los noticieros. Fue y será mediático, porque como Maradona, sabe donde pegar. Es cierto que quería volver a River. Era muy difícil retenerlo. Pero no tengo dudas que Rosario y la gente del fútbol lo va a extrañar. Porque a pesar de todas sus indisciplinas, corría como todos y que yo recuerde nunca se lesionaba. Sólo deseo que sea feliz en su querido River. Muchas veces me hizo enojar, pero en algún lugar de mi inconsciente tengo el deseo de que vuelva. A mí siempre me gustaron los jugadores diferentes y Ortega lo es.
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