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domingo,
06 de
agosto de
2006 |
Sabores de vida
Quique Andreini / La Capital
Mi querida amiga, cuentan que en una carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar las diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea notificó que tenía que renunciar porque hacía demasiado ruido, y además, se pasaba el tiempo golpeando.
El martillo acepto su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo porque había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo. Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. La lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.
Entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente la tosca madera se convirtió en un lindo mueble. Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación y tomó la palabra el serrucho, y dijo: "Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Esto es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos en nuestros defectos y concentrémonos en la utilidad de nuestras cualidades".
La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza. La lija era especial para afinar y limar asperezas, y observaron que el metro era preciso y exacto. Entonces se sintieron un equipo capaz de producir muebles de calidad, orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.
Y ahora vamos a cocinar.
Pejerrey al horno
Necesitará:
4 pejerreyes chicos
2 cebollas
4 tomates pequeños
aceite
1 vaso de vino blanco
jugo de medio limón
2 dientes de ajo
200 gramos de crema de leche
Para la guarnición:
8 papas pequeñas o papines
1 cucharada de manteca
perejil
Limpiar los pejerreyes, abrir y quitar el espinazo. Filetear los pescados y condimentar con sal y pimienta, luego rociar con el jugo de limón, el vino blanco y colocar sobre una bandeja aceitada. Poner sobre cada filete las cebollas cortadas en delgadas lámina, los tomates pelados y cortados en rodajas y los ajos en pequeñas láminas.
Batir la crema de leche con una cucharadita de sal y una pizca de pimienta. Bañar con esta preparación los filetes. Hornear durante 20 minutos y servir bien caliente. Para la guarnición, lavar las papas y poner a cocinar enteras en agua con sal. Retirar y escurrir bien para que no quede nada de agua. Derretir en una sartén la cucharada de manteca y agregar las papas. Luego espolvorear con el perejil picado.
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