Cine / crítica

Los estrenos bajo la lupa de Escenario

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"Durmiendo con mi ex"
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Jennifer Aniston, Vince Vaughn y Vincent D'Onofrio. Dirección: Peyton Reed. Género: comedia. Salas: Monumental, Showcase y Village.

Aunque se intente presentarlos con el mejor embalaje, el tópico de pareja en crisis es un recurso demasiado conocido. "Durmiendo con mi ex" no es la excepción entre tantas películas que tienen como eje a dos personas que acaban de separarse. El guión, condimentado con algunas rescatables situaciones cómicas, no alcanza a despegar de lo previsible. Y así ocurre desde las primeras escenas que adelantan agoreramente cuál será el desenlace de tanto desborde de felicidad al mostrar a los protagonistas en el subtopico de dos enamorados felices delante de una cámara de fotos que supuestamente registra cuán bien la pasan juntos. Y todo para acabar discutiendo por las cosas más tontas: si él no trajo la cantidad de limones que le pidió ella, o si él prefiere mirar un partido de béisbol tirado en el sofá mientras ella tiene que lavar los platos, y cosas por el estilo. La película es incongruente: se presenta a dos personajes actuales, independientes y evolucionados, que habitan en un lugar muy a la moda, pero que siguen teniendo las mismas discusiones y actitudes que tenían Lucille Ball y Desy Arnaz hace sesenta años.

R.B.
"Una chica en apuros"
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Amanda Bynes, Channing Tatum y Laura Ramsey. Dirección: Andy Fickman. Género: comedia. Salas: Del Siglo, Monumental, Showcase y Village.

¿Por qué es necesario citar a Shakespeare en "Una chica en apuros"? La película podría haberse hecho igual y evitarle el disgusto a la memoria del escritor. Al fin y al cabo el único rasgo en el cual se inspiró el filme, es el caso del cambio de identidad y género de la protagonista que remite a "Noche de reyes". Ella tiene un especial talento para jugar al fútbol, pero es mujer y lógicamente nunca será aceptada en un equipo de varones. Pero ella insiste y recurre al truco de hacerse pasar por un chico. Ahí deberían hacerse presente los geniales malabares de la escritura del autor inglés. Sin embargo el intento de inspiración acaba ahí, lo cual tampoco es incorrecto para un filme que sólo pretende entretener. Y lo hace sin arriesgar demasiadas ironías vinculadas a las relaciones entre los sexos ni sobre el enredo previsible que surge cuando ella disfrazada de varón se enamora del líder del grupo. El resultado es un filme bastante inconsistente, con algunas escenas de comedia resueltas con habilidad aunque sin sorpresas. El filme queda finalmente ceñido a una corrección que termina asfixiando una serie de situaciones de roles cambiados y de enredos que merecían explotarse con más audacia.

R. B.