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sábado,
29 de
julio de
2006 |
Paseo y huelga
de hambre de
cuatro presos
Tras innumerables idas y vueltas, cuatro reclusos rosarinos fueron restituídos al minipenal de Piñero tras permanecer en huelga de hambre durante trece días en la cárcel de Coronda, a la que habían sido trasladados a pesar de que fueron testigos de la masacre de abril de 2005.
"Estuvieron en huelga de hambre porque fueron trasladados sin ningún tipo de explicación a Coronda", explicó ayer Andrés Penisi, letrado integrante de las pasantías de ejecución penitenciaria del Colegio de Abogados de Rosario.
"Se presentó un hábeas corpus por su situación, pero quedó sin efecto porque la noche anterior fueron nuevamente trasladados a Piñero", explicó el abogado. Los cuatro internos en cuestión son Lucas Carnevali, Julio Sosa, Víctor Báez y Jorge Rojas. "Los cuatro estuvieron alojados en los buzones de autodisciplina de Coronda. Y como nadie les dio explicaciones cuando se los llevaron de Piñero, tampoco les dijeron por qué los regresaban al minipenal".
Los cuatro detenidos estaban en Coronda en abril de 2005 cuando una horda de presos santafesinos asesinó a 14 reclusos de Rosario. Los cuatro fueron testigos de la masacre y por ello fueron sacados de esa unidad y trasladados a Rosario. Después, al quedar inaugurado el minipenal de Piñero, fueron confinados allí. Pero una madrugada de hace un par de semanas, sin motivo alguno, los subieron a un vehículo y los volvieron a encerrar en Coronda. Ahora, huelga mediante, están de nuevo en Piñero.
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