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 sábado, 29 de julio de 2006  
Alan García asumió haciendo promesas de austeridad y con Chile como modelo
Dijo que revertirá la pobreza sin comprometer el actual crecimiento. Fue notoria la ausencia de Kirchner

Lima. - El socialdemócrata Alan García juró como presidente de Perú y anunció un plan de austeridad y la ejecución de obras de infraestructura de miles de millones de dólares para reducir la pobreza y evitar una "catástrofe social". A la ceremonia de asunción de García, quien retornó a la Presidencia luego de su traumático paso entre 1985 y 1990, asistieron numerosos mandatarios latinoamericanos. Resultó notoria sin embargo la ausencia del argentino Néstor Kirchner y del venezolano Hugo Chávez, con quien García mantuvo una dura contienda verbal por su apoyo al candidato nacionalista Ollanta Humala. Este, un militar de antecedentes autoritarios, resultó vencido por García en el segundo turno del pasado junio.

El nuevo mandatario también anunció que en su gobierno buscará lograr que el país obtenga el "grado de inversión" para su deuda y dijo que seguirá el ejemplo de desarrollo de su vecino Chile, que tiene una de las economías más sólidas de la región.

García, hoy de 57 años, se colocó la banda presidencial que le entregó la presidenta del Congreso en medio del aplausos de los asistentes, entre ellos ocho presidentes latinoamericanos.


Se bajó el sueldo
"Proclamo como objetivo principal de mi gobierno la más grande austeridad", dijo García, y anunció como ejemplo la reducción de su sueldo a unos 5.100 dólares mensuales desde los actuales 13.000 que recibía su antecesor Alejandro Toledo.

García dijo que ejecutará principalmente obras de electrificación en zonas remotas. "Si Chile puede lograr su éxito económico, nosotros por qué no", agregó García en su primer mensaje en el Congreso.

García ganó las elecciones en junio en una segunda ronda electoral frente a Ollanta Humala, un nacionalista y ex militar golpista apoyado por el venezolano Hugo Chávez. La intervención activa de Chávez en la campaña llevó a un fuerte enfrentamiento entre Lima y Caracas, que terminó con la retirada de los embajadores. El presidente argentino Néstor Kirchner tuvo gestos de alejamiento de García desde el momento mismo en que fue elegido, y ayer estuvo representado por su vice, Daniel Scioli. Su ausencia llamó la atención en Lima. Es que nunca un presidente argentino había dejado de asistir a la asunción de un mandatario democrático peruano.

García planea crear un eje de integración con Chile y Brasil, a los que sumaría a Ecuador y Colombia. Este eje actuaría de contrapeso al que Chávez construyó junto a la Bolivia de Evo Morales y la Cuba de Fidel Castro, a partir de su poder económico surgido del petróleo.

En el cambio de mando participaron ocho presidentes de la región, entre ellos Lula da Silva de Brasil, Michelle Bachelet de Chile, Alvaro Uribe, de Colombia y Evo Morales, de Bolivia.


Descentralizar contra la pobreza
García, que reemplazó a un impopular Alejandro Toledo para un período de cinco años, prometió en su campaña reducir la pobreza que afecta a un 48 por ciento de los casi 28 millones de peruanos, sin dañar las finanzas públicas y manteniendo el actual crecimiento económico que atrae a inversionistas externos.

El nuevo presidente recibirá un país con una expansión económica anual del 6,5 por ciento, debido básicamente al fuerte crecimiento de sus exportaciones mineras. "Hay más exportaciones, es verdad, pero en la otra orilla hay una catástrofe social", dijo el presidente.

El nuevo presidente también dijo que durante su gobierno buscará renegociar los contratos con las empresas productoras de gas para reducir las tarifas internas. También anunció que en su gestión se descentralizará el gasto público, principalmente el generado por la minería, que en estos momentos reporta altas ganancias que no se revierten en las zonas donde opera, en su mayoría muy pobres.
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El presidente saludó al pueblo.


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