En Rosario se desarrolló una nueva técnica miniinvasiva para operar la base del cráneo

“Operar tumores en la base del cráneo siempre ocasionaba problemas, porque una vez realizada la intervención, era dificultoso realizar el cierre ya que el cerebro y la nariz quedaban comunicados por la incisión que había que hacer”, resume el otorrinolaringólogo rosarino Gustavo Hadad, quien ha desarrollado una nueva técnica que permite realizar estas operaciones sin grandes cirugías, introduciendo un endoscopio desde la nariz.

Hadad llevó esta técnica quirúrgica a la Universidad de Pittsburg —referente mundial en la materia— donde hoy es de uso habitual. La reciente innovación fue diseñada y desarrollada en la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario y el Hospital Centenario, y llevó más de dos años de investigación. También mereció el reconocimiento de la revista especializada Laryngoscope.

La nueva técnica endoscópica permite realizar operaciones en la base del cráneo, la nariz y los senos nasales, permitiendo, en la mayoría de los casos, que el paciente vuelva a su casa cuando finaliza la intervención. El telescopio óptico (nombre original) es un sencillo instrumento, liviano, que cabe en una mano, capaz de introducirse mediante los orificios nasales y llegar a la base del cráneo sin necesidad de incisiones. “Antes el proceso era muy cruento, con grandes cicatrices y un postoperatorio prolongado y hoy día, con este abordaje, no se necesita romper ningún hueso ni seno nasal”, resume el médico.

La búsqueda de una técnica mini invasiva que además reportara buenos resultados era una deuda pendiente de la especialidad. La idea de Hadad giró en torno a cerrar desde la nariz esa brecha que quedaba en la base del cráneo y que sobrevenía luego de extirpar los tumores ubicados en la base. “Buscamos una arteria, la esfeno palatina, para hacer un colgajo (trozo de mucosa que se desliza y cierra un orificio) y elevarlo, la arteria lleva nutrición al colgajo y este, vive para siempre”, explicó el profesional. “Fue un desarrollo casi arquitectónico que requirió años de elaboración”.

El endoscopio puede tener distintos ángulos de visión, lo que permite llegar hasta los senos faciales y a la misma base del cráneo, mientras se visualizan las imágenes por un televisor. El creador del método aseguró que de esta forma “no sólo se evitan las cicatrices sino que la recuperación es veloz por las mínimas incisiones y el mayor control de la intervención a través del soporte visual de las imágenes”.

Las patologías que dañan la nariz, los senos nasales y la base del cráneo son frecuentes y van desde insuficiencia respiratoria, adenoides, cornetes y tabiques desviados, hasta casos más graves de pólipos, sinusitis y tumores en la base craneal. “Por eso hablamos de abordajes interdisciplinarios que vinculan sectores de la otorrinolaringología y la neurocirugía”, refirió Hadad, antes de agregar que el aparato sirve también para cirugías de vías lagrimales y otras patologías de órbita ocular y que también ayuda al odontólogo a realizar con mayor precisión la colocación de implantes dentales.

La reciente técnica permite ver y operar en forma simultánea. Hadad, como médico del Hospital Centenario, comenzó a desarrollarla en ese nosocomio y hoy es reconocido en todo el mundo por sus múltiples usos y mínimas complicaciones. Inclusive, puede usarse en neonatología para, por ejemplo, abrir orificios nasales inexistentes o abordar micosis alérgicas que invaden los senos nasales.

Hadad agradece el respaldo brindado por la Facultad de Medicina y el Ministerio de Salud provincial y también el trabajo conjunto en la investigación de los doctores Matassa y Bassagaisteguy, neurocirujano y cirujano de cabeza y cuello respectivamente. El equipo, de alto costo por estar fabricado con materiales de importación, es el único de este tipo disponible para uso en los efectores públicos de la ciudad.