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miércoles,
26 de
julio de
2006 |
"Las terapias complementarias pueden asociarse con la medicina occidental"
Clarisa Ercolano / La Capital
"Todas las medicinas deberían estar asociadas. El paciente debe ubicarse en el centro y las terapias alrededor, en conjunto, actuando holísticamente en torno a la salud", explica el doctor Alfredo Libman, médico cardiólogo del Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR), a quien su labor dentro de esa institución no le impidió expandir sus horizontes hacia la acupuntura como alternativa terapéutica.
Para Libman, las terapias complementarias no son necesariamente disonantes con la medicina moderna. Sin embargo, habla de un "enfoque holístico", de un abordaje integral y abarcativo del ser humano. "Entiendo la salud como un binomio que tiene lugar primeramente en el cuerpo, luego en la psiquis y también en el medio ambiente. Ese es el concepto holístico, ver al paciente como una totalidad integrada", subraya.
La acupuntura, como otras medicinas alternativas, le dedica un lugar de importancia al costado emocional de cada individuo y además contempla tres estadíos que influyen en la salud: la interacción con los factores climatológicos y ambientales, la relación con las otras personas, y su visión ante ellas mismas. "Cuando ese equilibrio se rompe se produce una desarmonía; cuando se rompe o se altera uno de los sistemas del organismo, se produce la enfermedad", explica el médico.
Las emociones y el organismo
Para la acupuntura, cada órgano y víscera están relacionados con una emoción, por ejemplo: el corazón se vincula con la ansiedad, la angustia, la tristeza y también con la alegría, y el hígado con sensaciones de cólera, bronca, ira y rechazo.
Otro precepto de esta técnica se basa en el peligro de los excesos. "Nada es malo, lo que sí lo es son los excesos; de hecho, cuando en la naturaleza se da uno, se produce algo que se llama noxa. Esa energía en exceso se transforma en perversa, pudiendo manifestarse en un desorden climatológico, un alimento, una emoción o lo que provoque la ruptura del circuito que estaba en equilibrio", resume Libman. "Mediante esta práctica se puede armonizar nuevamente esa ruptura ya que las turbulencias emocionales intensas producen desequilibrios en el cuerpo psíquico y luego en el físico", señala.
Golpe al corazón
El corazón es el órgano que se vincula con la ansiedad, la angustia y también con la alegría. En su consultorio, Libman recibe frecuentes consultas relacionadas con esto. "Lo importante es tomar las afecciones a tiempo: si hoy se tiene una gran angustia, eso repercute en la energía del corazón, lo que no quiere decir que se origine una afección, pero si esa sensación angustiante se mantiene en el tiempo, las probabilidades de enfermar aumentan. Al igual que el estrés, que cuando deja de ser una reacción normal para convertirse en una sensación sostenida, ocasiona un daño".
"El sistema de salud vigente no le da al médico la posibilidad de sentarse frente al paciente y verlo completamente, escucharlo y darle un tratamiento más allá del síntoma puntual", reconoce Libman. "No se enferman las arterias coronarias, sino el individuo, y lo expresa a través de las arterias", explica.
Sobre el particular aporta un estudio realizado en el Hospital Argerich de Buenos Aires que demostró que pacientes con patrones de episodios coronarios similares, habían manifestado meses antes situaciones de estrés o angustia extrema.
Falta de conocimiento y de aceptación son las tendencias que, a juicio del médico, hay que revertir para incorporar definitivamente el concepto holístico de la medicina.
La acupuntura está reconocida desde el 2001 por el Ministerio de Salud de la Nación como un acto médico que puede ser ejercido por médicos y profesionales de la salud. Incluso, en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en la de Tucumán, se dicta como una opción de posgrado.
Libman recomienda "no fanatizarse" ni creer que todo se puede hacer con acupuntura. "Hay que ver al paciente con sus necesidades para no confundirse", aclara.
El profesional prefiere no hablar de tiempos de curación. "Es necesario ver qué ocasiona el síntoma, cuánto daño hay, cuánto hace que lo padece y si la afección es orgánica o no. En base a eso, se programa el tratamiento. Se hacen sesiones que en algunos casos, se alternan, y luego de la mejoría total, se suspenden".
Respecto de la eficacia de la acupuntura para bajar de peso, Libman aclara que para adelgazar "se necesita la convicción, el ejercicio y la nutrición adecuada".
En cuanto al dolor que pueden provocar las agujas el cardiólogo reconoce que efectivamente la técnica produce cierto dolor, aunque no es insoportable. "El paciente tiene que avisar si aguanta o no porque la comunicación debe ser parte del tratamiento" .
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Fotos
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El cardiólogo Libman aplica una técnica que por medio de agujas trabaja en puntos energéticos del cuerpo.
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