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miércoles,
26 de
julio de
2006 |
Policía detenido declarará por crímen de un joven
Buenos Aires.- Uno de los dos policías bonaerenses detenidos por el crimen de Gabriel Arévalo, asesinado por la espalda el sábado pasado a la salida de un boliche en la localidad de Ingeniero Budge, declarará hoy ante un fiscal de Lomas de Zamora, informaron fuentes judiciales.
Se trata del teniente Claudio Daniel Pereira, quien será indagado esta mañana por el fiscal Juan José Vaello por el delito de “homicidio calificado”.
El policía bonaerense que prestaba servicio en la comisaría 7 de Lomas de Zamora, al igual que el subteniente también detenido Ricardo Félix Luciani, ya había estado frente al fiscal el domingo pasado, pero en esa oportunidad prefirió no declarar.
Si bien aún no está establecido el horario de la indagatoria, las fuentes judiciales dijeron que la medida se llevará a cabo antes del mediodía.
En tanto, el fiscal Vaello pidió a expertos en balística de Gendarmería Nacional que realicen los peritajes para establecer si la bala que mató a Arévalo, de 20 años, partió del arma de alguno de los dos policías detenidos.
Los investigadores tienen secuestradas las dos pistolas reglamentarias calibre 9 milímetros de los dos policías y varias vainas servidas como así también el plomo que ingresó en la espalda de Arévalo.
Varios testigos identificaron ante la Justicia a los policías Pereira y Luciani como los que disparaban “al cuerpo” de los jóvenes que les arrojaban piedras.
“Los testigos nunca dijeron que los policías disparaban al aire, sino al cuerpo de los jóvenes”, dijo un investigador.
Además, los pesquisas aguardan los resultados de los estudios toxicológicos a los que fueron sometidos los detenidos, ya que ambos policías se hallaban en un aparente estado de ebriedad.
El martes por la tarde declararon también los dos hermanos de Arévalo, quienes estaban junto a su hermano dentro del boliche “Petrus”, de Olimpo al 2700 de Ingeniero Budge, en el cual comenzó una pelea que terminó con la muerte del muchacho.
Ambos relataron que la pelea se inició en el boliche y que culminó en la calle, donde se hallaban los dos policías dentro de un patrullero.
En ese momento, los jóvenes comenzaron a arrojar piedras contra el móvil policial, por lo que los efectivos extrajeron sus armas y dispararon para intentar dispersarlos.
Los policías persiguieron a los muchachos durante unos 300 metros, hasta que finalmente Arévalo cayó muerto de un tiro en la espalda, dijeron las fuentes.
El jefe del distrito de Lomas de Zamora, inspector Roberto Castronuovo, admitió que uno de los policías detenidos por el crimen de Arévalo tenía un “fuerte aliento etílico y dificultad verborrágica”. (Télam)
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