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 miércoles, 26 de julio de 2006  
Demorados. La Cámara de la construcción advierte que las firmas aún no pudieron cobrar los certificados de abril y mayo
Cae el ritmo de ejecución de viviendas sociales por el atraso en los pagos
Las empresas suspendieron obreros y ahora se les hace difícil encontrar a personal especializado

En la provincia, las obras del Plan Federal de Viviendas avanzan a ritmo lento. Tan lento como los pagos que el gobierno nacional realiza a las empresas constructoras que ejecutan estos trabajos. Recién a mediados de este mes, las firmas pudieron cobrar los certificados de marzo y todavía se les adeudan los de abril y mayo. La mora, que ya supera los 60 días, mantiene alertas a los empresarios del sector, que debieron bajar el ritmo de ejecución de los trabajos y reducir el plantel de empleados.

Y si bien el problema no es nuevo, la situación tiende a empeorar. Como para complicar aún más el panorama, gran parte del personal migró a los emprendimientos del sector privado, por lo que a las empresas dedicadas a la construcción de viviendas sociales se les complica también la búsqueda de obreros y operarios especializados.

En la ejecución de estas viviendas están involucradas unas 2 mil empresas constructoras de distintas provincias.

En Santa Fe, el programa contempla la ejecución de 10.600 casas, de las cuales unas 1.500 se levantarán en Rosario. Y en todo el territorio santafesino son 60 las firmas dedicadas a la concreción de estas viviendas. De ellas, unas 25 empresas trabajan en el sur provincial.

Lo cierto es que a raíz de los atrasos en los pagos, ya hay muchos constructores que advierten que las viviendas no podrán ser finalizadas en tiempo y forma, con lo que se alargarán también los plazos para que puedan ser adjudicadas y habitadas.

"Realmente la situación es preocupante, ya que a principios de año podíamos cobrar a los quince días de presentados los certificados y actualmente nos están pagando con más de 60 días de demora", sostuvo el gerente de la delegación Rosario de la Cámara Argentina de la Construcción, Rubén Llenas.

Con esta inquietud, representantes de la entidad mantuvieron más de una reunión con funcionarios de la provincia y de la Nación. Pero apenas pudieron obtener la promesa de que en el curso de la semana podrían cobrar una parte del dinero correspondiente a abril. "No más que eso", se quejó Llenas.

El Plan Federal de Viviendas está financiado en su mayor parte por el gobierno nacional, que es el encargado de girar los fondos a las provincias para cancelar los certificados de obra. Y si bien, al principio, este trámite no se extendía más de dos semanas, actualmente demora dos meses.

El problema es que este atraso trae aparejados la reducción del ritmo de los trabajos, ya que se complica el pago a las empresas proveedoras y la liquidación de salarios del personal.

Así, en los últimos dos meses, estas firmas suspendieron a unos 1.500 obreros, tanto de Rosario como de distintas localidades del sur provincial. Tan es así que a principios de mes, el presidente comunal de Fighiera salió a denunciar la virtual paralización de los trabajos en la zona, tanto como en Funes, Roldán, Casilda, Venado Tuerto y Barrancas.

En la delegación local de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) también se encendió la luz de alerta, al punto de que hicieron llegar un documento al ministro de Planificación Federal, Julio de Vido (ver aparte).


Un problema difícil de revertir
Pero lo más grave del caso, según se analiza desde la delegación de la Cámara de la Construcción, es que para que la ejecución de estas viviendas retome el empuje con que contaba inicialmente, demandará más tiempo de lo deseado.

"Una vez que se baja el ritmo de las obras es muy difícil retomarlo -advirtió el gerente de la entidad que nuclea a las constructoras- ya que, por ejemplo, se nos complica conseguir personal especializado".

Es que frente a las suspensiones, "estos operarios calificados se volcaron a los emprendimientos de capitales privados, donde se está trabajando muy bien, entonces las firmas que trabajan en la construcción de viviendas públicas pierden empleados y se les hace difícil volver a tenerlos", explicó.

Y la situación se repite "en la gran mayoría de las empresas que han bajado notablemente" su productividad.

En consecuencia, ya muchas firmas que hablan de postergaciones a la hora de terminar las unidades habitacionales y entregarlas. Lo que consecuentemente estirará los plazos para que estas viviendas puedan ser adjudicadas y finalmente habitadas.

El Plan Federal de Viviendas fue lanzado por el gobierno nacional en 2004 y tiene como objetivo la construcción de 120 mil unidades habitacionales en todo el país. La iniciativa apunta a bajar los niveles de desempleo y, al mismo tiempo, facilitar el acceso a un hogar propio a familias de escasos recursos.

Pero mientras en otras provincias del país los gobiernos adelantaron el dinero a las empresas constructoras y después aguardaron los fondos provenientes de la Nación, en Santa Fe la situación es distinta. Los constructores consultados revelaron que "el dinero no aparece y por lo tanto los ritmos de obras se van haciendo cada vez más lentos". Conclusión: el Plan Federal de Viviendas, en suelo santafesino, viene demorado.
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El Plan Federal de Viviendas implican la construcción en Rosario de 1.500 unidades.

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