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 martes, 11 de julio de 2006  
Madrugada trágica. Un Volkswagen Gol con tres ocupantes quedó destrozado en Wheelwright y España
Tres muertos en un choque de un auto contra una columna
Al parecer el auto mordió el cordón y derrapó hasta incrustarse contra el poste de la vereda contraria

Tres personas murieron ayer a la madrugada cuando el auto en el que viajaban impactó contra una columna del alumbrado público frente a la Casa del Tango, en Wheelwright y España. A partir de las marcas que quedaron en el pavimento, la policía concluyó que el vehículo mordió el cordón izquierdo y derrapó hasta incrustarse contra el poste de la vereda contraria. Al parecer, los tres ocupantes del auto habían estado reunidos en el cumpleaños de un amigo en común. La conductora, de 22 años, y el hombre que viajaba como acompañante, de 31, fallecieron en el acto por los graves golpes sufridos, mientras que un joven de 19 que iba en el asiento trasero murió cinco horas después. Se presume que el auto circulaba a alta velocidad.

El accidente se registró a la 1.30 cuando un Volkswagen Gol verde de dos puertas, patente UYW274, circulaba por la avenida Wheelwright hacia el oeste. En ese sector, la doble traza está separada por los galpones de la ex estación Rosario Central. El auto era conducido por Loreley Carolina Herrera, de 22 años; a su lado iba Hernán Carlos Martino, de 31, y atrás Pablo Federico Palermo, de 19. Los tres residían en Rosario.

Antes de llegar a la esquina de España, frente a la Casa del Tango, la conductora perdió el control del auto por razones que ayer todavía no estaban determinadas. Y aunque todo indicaba que no había participado otro vehículo en el siniestro, los investigadores no lo descartaban. Al parecer, el auto se descontroló tras "morder" el cordón izquierdo cuando avanzaba a alta velocidad.

Unos 60 metros antes de la colisión, sobre el asfalto, la policía detectó una marca de derrape que indicaría que el vehículo rozó el cordón izquierdo. Otra leve marca de derrape detectada unos 15 metros más adelante reveló que tras morder el cordón, por un "efecto latigazo", el auto se trasladó hacia la vereda contraria. Finalmente chocó de costado contra la columna situada sobre la vereda derecha. El poste se hundió en el lateral izquierdo del coche, a la altura del asiento trasero, según precisó una fuente policial.

El auto quedó destrozado por el impacto y tanto Herrera como Martino murieron en el acto al sufrir fuertes golpes en la cabeza. Por el estado del vehículo los investigadores deducían que podría haber circulado a más de 100 kilómetros por hora, lo cual era motivo de pericias técnicas en la causa que se abrió en el juzgado Correccional en feria. El auto quedó secuestrado en la comisaría 3ª, de Dorrego 161.


La peor noticia
Tras el accidente, una patrulla de la Guardia Urbana Municipal alertó del suceso a la policía. Una dotación de Bomberos Zapadores trabajó sobre el auto para rescatar a las víctimas. "Con un malacate se hizo un estiramiento de la carrocería para poder despegar el auto de la columna, que casi no se deformó sino que quedó torcida en la parte superior", describió el titular de la comisaría 3ª, Néstor Arismendi. Una vez que corrieron el chasis, pudieron rescatar los cuerpos y constataron que Palermo aún respiraba.

Desde ese lugar, el joven que viajaba en el asiento trasero fue trasladado al Hospital de Emergencias, pero falleció a las 6 de la mañana por la gravedad de los golpes sufridos. En tanto, desde el lugar del accidente, los efectivos se contactaron con los familiares de las víctimas a través de los teléfonos agendados en sus celulares. "Al esposo de la conductora le dio un ataque de nervios", contó un oficial que se contactó con el marido de Herrera, un empleado del Banco Nación que se preguntaba cómo le explicaría lo ocurrido al nene de 2 años de la pareja.

"La llamaron a mi mamá por el teléfono que tenía agendado mi hermano en el celular. Ella pensó que era una broma. Nos comunicamos con la seccional y ahí nos dijeron que había fallecido en un accidente muy grave", confió a La Capital la hermana de Martino, Roxana, de 29 años, durante el velatorio en la cochería Giménez López de Ovidio Lagos al 2500. La chica contó que su hermano estaba desocupado y vivía con el padre, que atiende una verdulería.

"Sabía que mi hermano iba a ir al cumpleaños de un amigo al que le dicen Lucho porque justamente anoche vino a visitarnos. El era un adolescente grande, con amigos más jóvenes y las anécdotas de un chico. Era muy inocente y su gran pasión era su auto. Es una ironía que haya muerto en el auto de otra persona, sin estar al volante", contó con los ojos cargados de lágrimas Roxana, que no conocía a las otras víctimas del accidente. De los últimos pasos de su hermano, al que conocían como Chino, sus familiares sólo supieron que había dejado su Fiat Regatta estacionado frente al cíber de un amigo en Laprida al 900, con la billetera y el estéreo colocado.

Las autopsias practicadas en el Instituto Médico Legal determinaron que las víctimas sufrieron graves traumatismos de cráneo y golpes en otras partes del cuerpo. De acuerdo con un vocero, también se preservaron muestras biológicas para determinar el dosaje de alcohol en sangre.
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El auto tuvo que ser cortado para sacar a las víctimas.


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