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martes,
11 de
julio de
2006 |
La lealtad a
un partido
Como afiliada desde mi juventud al Partido Demócrata Progresista, jamás he tenido la impensada idea de dimitir al mismo. Sé que han existido cambios importantes que pudieron estar en mi convencimiento o no. Y que pese a no ser una asidua concurrente a reuniones, no he estado ajena a ellas y siempre defendí a quienes estaban al mando de tan distinguido y glorioso partido. Conociendo a quienes forjaron el prestigio y reputación, a los que continuaron la tarea para que perdure dicho partido, no es justo ni aceptable que hoy existan afiliados que no los hayan interpretado-como la trayectoria del doctor Alberto Natale- y que sólo pretendan deteriorar la imagen y agraviar con deslealtad. Natale es una persona que ha dado su vida por el partido, con convicción y firmeza. Es preciso y conveniente que se detecte a quienes pretenden desmerecer y luchemos a combatir al enemigo oculto. No permitamos que los afiliados desconozcan los intentos de un cambio y conservemos el verdadero camino del partido sin doblegarnos ni someternos. Conozco personas de bien dentro del partido que han transitado durante cincuenta años. Soy demócrata progresista porque es el mejor estado de vida y una actitud de convivencia. Soy demócrata progresista porque es ascender, evolucionar, es cultura y es el mejoramiento de una civilización.
Susana B. Fontana, DNI 2.456.514
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