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| lunes,
03 de
julio de
2006 |
Chau pucho. La mayoría de las quejas apunta a bares y restaurantes, pero también a escuelas y oficinas de Tribunales
Los 0800 ya recibieron 170 denuncias contra locales donde se permite fumar
Son los llamados recopilados durante el mes pasado en las líneas gratuitas que disponen la provincia y el municipio
Lucas Ameriso / La Capital
Cuando todavía no fueron reglamentadas las nuevas sanciones para aquellos que fuman en lugares cerrados, sean públicos o privados, los 0800 de la provincia y el municipio ya reciben las quejas de los no fumadores. En junio, se recepcionaron unos 170 llamados telefónicos de parroquianos indignados con la actitud de algunos bares o restaurantes que aún permiten a sus concurrentes encender un cigarrillo. Para los funcionarios, los datos resultan alentadores de cara a la implementación de la normativa que implicará sanciones que para los comerciantes oscilarán entre los 300 y los 4.500 pesos. Pero las denuncias no se limitan al incumplimiento de la ley antitabaco en los comercios, también se apunta a las salas de profesores de algunos colegios y hasta las oficinas de los mismos Tribunales provinciales.
Los números gratuitos dispuestos por los Estados provincial y municipal ejercieron como una suerte de termómetro de la sociedad frente a la inminente aplicación de multas tanto a fumadores como a responsables de comercios.
Si bien la ley 12.432 que, entre otras cosas, prohibe fumar en espacios cerrados está vigente desde hace siete meses; las sanciones que contempla son muy leves. La norma remite a los artículos del código de Faltas provincial que establecen multas que no superan los 450 pesos.
El jueves de la semana pasada, en el senado se aprobó un proyecto de ley complementaria que eleva estos montos. Y se estima que en otros 60 días los diputados darían su okey a esta iniciativa que fija multas entre los 300 y los 4.500 pesos para los dueños de los locales donde se viole la ley antitabaco.
Teléfono al rojo
En la GUM durante el último mes, el 0800-444-0909 estuvo a full. "La mayoría de los llamados los hace la gente minutos después de una situación puntual donde fueron a desayunar, almorzar o tomar un café por la tarde y le fuman encima", señaló el coordinador técnico de la repartición Julio Bisiach.
Además de dejarlo en el libro de actas, las denuncias antipucho se giran a Inspección General y se le recomienda al denunciante que se dirija a una seccional policial para dejar asentado su reclamo.
Cabe destacar que así como está en trámite parlamentario la ley complementaria estableciendo sanciones más elevadas, el Concejo también analiza un proyecto del Ejecutivo donde se adhiere a la norma provincial y se solicita autorización para que el poder de policía lo ejerzan los inspectores municipales.
"Entendemos que a partir de la vigencia se va a recibir el triple de las denuncias, incluso hasta el momento la mayoría de ellas recaen casi siempre sobre los mismos locales incumplidores. En un 70 por ciento están dirigidas al bar El Cairo (Santa Fe y Sarmiento)", puntualizó Bisiach.
Humo en los colegios
El secretario legal y técnico del Ministerio de Salud santafesino, Carlos Dulong, reveló que en el 0800-555-5768 gran parte de los llamados "indicaban que en algunos colegios se fumaba en la sala de profesores. Debido a ello estamos en una campaña para recordarles a los directores de estas instituciones que la ley está vigente y que, como tal, debe cumplirse. Si este problema persiste, iremos con agentes del ministerio a constatar la situación".
Es más, Dulong no sólo reveló que ya existe un cúmulo importante de denuncias en los juzgados de Faltas sino que "en los mismos Tribunales ha habido quejas de los propios compañeros entre sí".
En cuanto a las 80 denuncias en Rosario y a otras 100 en el resto de la provincia, el funcionario consideró que "no resultan números para inquietarse dado que por la cantidad de habitantes y el número de locales de Rosario, se desprende que un alto porcentaje de gente acata la norma".
En cuanto a este termómetro de denuncias, Dulong la calificó de "una buena señal de parte de la sociedad, porque esta ley ha venido a despertar la conciencia de los no fumadores que parecía estaban en una servidumbre mental. Estaban en una aceptabilidad social donde en cualquier lado y momento se padecía el cigarrillo. La gente ha reaccionado con conciencia de lo que produce ser adicto al tabaco".
En un mensaje a los usuarios del cigarrillo, Dulong desafió: "Acá no hay caza de brujas, ni contra los fumadores ni contra ningún bar o restaurante en particular. El Estado debe proteger la salud de la población, que tiene la valentía de hacer la denuncia con todos sus datos".
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Las autoridades desean concretar un cambio cultural, con tolerancia, de la sociedad.
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