El foco político estuvo lejos del Parlamento

El viaje del presidente y la reunión radical eclipsaron la agenda. La semana próxima ganará en intensidad

Rodolfo Montes / La Capital

Con el foco político colocado en las negociaciones presidenciales en España, y por la puesta en escena que logró producir la UCR con su sesión del comité nacional, el pasado jueves, el Palacio del Congreso vivió una semana liviana, con poco tránsito sobre las antiguas cerámicas multicolores de sus galerías.

Agustín Rossi y Miguel Angel Pichetto -los jefes de los bloques oficialistas de Diputados y Senadores, respectivamente-, acompañaron, entre otros, al presidente en Madrid. También viajó en el avión oficial el diputado José María Díaz Bancalari, un hombre más que amigo de la pingüinera, sugestivamente siempre muy cerca de Néstor Kirchner en las apariciones públicas durante los viajes.

Pero volverá a respirar con fuerza en las sesiones del próximo miércoles. En Senadores se tratará un tema delicado: la creación de una comisión bicameral encargada de refrendar o rechazar los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). Durante 12 años, todos los presidentes hicieron uso -Néstor Kirchner batió el récord- y abuso del recurso constitucional, sin la intervención del Congreso.

La iniciativa oficial (de Cristina Kirchner), recoge varios proyectos similares y contará, además, con el apoyo del bloque radical. Pero será rechazada por el senador socialista Rubén Giustiniani. "El proyecto no pone plazo de tratamiento para los DNU en el Congreso, por lo tanto deja abierta la posibilidad de que las Cámaras no se expidan nunca", explicó el presidente del PS a La Capital. "Fue violado el concepto de excepcionalidad, como lo dice su nombre, y se usaron de manera exagerada" amplió.

En Diputados, por su parte, habrá unanimidad para sancionar la ley de "anticoncepción quirúrgica", complementaria de la ley de "procreación responsable", en vigencia desde hace 3 años. La ligadura de trompas en mujeres y ligadura de conductores deferentes en varones, posibilitará que (en especial para mujeres de bajos recursos) puedan tomar la decisión personal y espontánea de impedir nuevos embarazos no deseados.

La nueva ley compendió 7 proyectos que estaban con estado parlamentario, y fue acordada en la comisión de Acción Social y Salud, que preside el diputado santafesino Juan Sylvestre Begnis.

Con la ley en vigencia, cualquier institución pública de asistencia médica estará obligada a practicar la intervención anticonceptiva con el sólo requisito de una autorización firmada por el paciente, y previa explicitación de parte de los profesionales sobre todos los sistemas anticonceptivos alternativos, además del quirúrgico.

Las instituciones privadas también estarán obligadas a responder a la demanda del paciente, en caso de que este lo requiera. Con el único atenuante que podrán derivarlo a otro centro en caso de no realizarse intervenciones quirúrgicas en el lugar. Pero en ningún caso podrán negarse a realizarlo sin ofrecer alternativas.

"Hasta hoy muchas mujeres tenían que pedir autorización a un juez para hacer una ligadura de trompas. A partir de ahora, con la sola voluntad del paciente se la tienen que realizar. Además, todas las obras sociales, en especial las sindicales masivas (por ejemplo la Uocra), deberán reconocer el 100% de esta práctica", explicó Sylvestre Begnis a La Capital.

Sectores de la Iglesia contrarios al uso de anticonceptivos pujaron pero no lograron evitar el avance del proyecto. Lograron, eso sí, un módico consuelo, "la objeción de conciencia". La ley prevé que un profesional determinado -no la institución- pueda negarse a practicar una ligadura, justamente por razón de sus creencias religiosas. En ese caso, deberá intervenir otro profesional.

El diputado Sylvestre Begnis, fogonero de la "anticoncepción quirúrgica".