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sábado,
24 de
junio de
2006 |
Editorial
Una rica experiencia cultural
El desembarco en la ciudad de la Bibliomóvil del Congreso de la Nación se constituyó en una excelente oportunidad para ponderar las características del cambio de los tiempos. Los nuevos soportes digitales se convirtieron en el principal imán que atrajo a los más jóvenes, hijos de un mundo nuevo que debe ser mirado y pensado desde perspectivas nuevas.
Pasó por Rosario y al partir dejó una estela de buenos recuerdos: la Bibliomóvil del Congreso de la Nación entregó una pauta precisa de que cuando los chicos reciben el estímulo adecuado la lectura sigue constituyendo una actividad que los seduce y hasta deslumbra. Recorrió gran parte de la geografía argentina: antes de llegar al Parque Nacional a la Bandera, exactamente detrás del Monumento a los Caídos en las Islas Malvinas, había pasado por la ciudad y provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Entre Ríos, Chubut, Misiones, Tierra del Fuego, Jujuy, San Juan y Tucumán. El mensaje que trajo fue ampliamente aceptado por los rosarinos, sobre todo los más pequeños, quienes disfrutaron a pleno de las posibilidades inéditas que se les ofrecían. Sin dudas, una nueva prueba de que invertir en cultura no significa de ninguna manera gastar.
Libros digitales, exhibición de videos didácticos y de entretenimiento, libre acceso a la internet y un espacio de enseñanza de ajedrez y damas -ambos, sobre todo el primero, juegos de enorme valor pedagógico- se erigieron en imán ineludible para muchos niños y adolescentes de la ciudad, así como del público adulto. Y mientras las autoridades de la Biblioteca Argentina mostraron su preocupación por el descenso en el número de lectores, la Bibliomóvil entregó valiosas sugerencias en relación con un posible cambio de estrategia para atraer al público. Es que las generaciones más jóvenes -les guste o no esto a quienes pertenecen a otro universo instrumental- se sienten infaliblemente atraídas por el soporte audiovisual en versión electrónica.
Y entonces, tal vez deba revestir tales características la carnada que sea colocada en el anzuelo. La sala multimedia que exhibió la Bibliomóvil se erigió en ámbito irresistible para los más chicos. La directora del área Cultura de la Biblioteca del Congreso, Inés Williams, exhibió una visión acorde con los recursos desplegados en el tentador espacio cultural que desembarcó en Rosario: es que muy lejos de criticar el empleo de internet, la funcionaria considera que el acceso a la red es la primera puerta que muchos cruzan para ingresar en el territorio de la lectura. Williams, optimista en extremo, cree que "existen mitos" en relación con la falta de lectura. Y ofrece una perspectiva abierta: "Ofrecemos medios para pensar, independientemente del tipo de soporte".
Los tiempos se modifican de manera inexorable y de nada vale lamentarse. Para pensar el futuro no se pueden utilizar herramientas conservadoras. El libro -esa maravillosa creación humana- sin dudas sobrevivirá, pero corresponde ayudarlo.
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