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 sábado, 24 de junio de 2006  
Planeaban un atentado como el 11-S contra el edificio más alto de EEUU
Un informante que se hizo pasar por enlace de la red de Bin Laden ayudó a desbaratar el supuesto complot

Miami. - Siete personas fueron detenidas por agentes antiterroristas del FBI bajo sospecha de planear -entre otros objetivos- un atentado explosivo contra el edificio más alto de EEUU, la torre Sears de Chicago. Al ofrecer detalles sobre el presunto plan de ataques dinamiteros contra la torre Sears de Chicago, de 110 pisos, y edificios del gobierno federal en Miami, el secretario de Justicia, Alberto Gonzales, manifestó que "eran personas que por algún motivo consideraban a su propio país como enemigo".

Las investigaciones que antecedieron al operativo duraron más de un año. El caso se desveló porque el grupo tomó erróneamente a un informante de la policía por un enlace de la red terrorista Al Qaeda. Dado que en EEUU la mera discusión o planificación de un atentado está penado, los hombres serán sometidos ahora a juicio. Se los acusa, entre otros, de haber jurado lealtad a Al Qaeda y de haber apoyado planes de atentados contra edificios del FBI.

Pese a la espectacularidad de los procedimientos, las fuentes dijeron que en los allanamientos no fueron halladas armas ni sustancias para preparar explosivos, por lo que el plan suena más a meros aficionados que a peligrosos terroristas. Los arrestados querían, según el FBI, declararle la guerra a EEUU, matar tantos "demonios" como fuera posible y perpetrar atentados a semejanza del 11-S de 2001 o incluso algo más gordo aún. Gonzales enfatizó que "no existía ninguna amenaza inmediata" ni en Chicago ni en Miami porque el grupo no tenía los materiales que buscaba. El subdirector del FBI, John Pistole, coincidió y dijo que "el grupo era más de aspiraciones que operativo".

Los siete sospechosos -de entre 22 y 32 años- fueron acusados por un jurado investigador federal de Miami. Seis fueron detenidos el jueves en Miami, cuando las autoridades allanaron un depósito de uno de los barrios más pobres de Miami, Liberty City, un área predominántemente de residentes negros que han sido testigos de los peores disturbios raciales. El séptimo fue capturado en Atlanta. Cinco eran ciudadanos estadounidenses, uno inmigró legalmente desde Haití y el otro era un haitiano que permanecía aquí ilegalmente. De ser hallados culpables podrían ser condenados a hasta 70 años de cárcel.

Fueron identificados como Narseal Batiste, Patrick Abraham, Stanley Grant Phanor, Naudimar Herrera, Burson Augustin, Lyglenson Lemorin y Rotschild Augustine. Habían jurado lealtad a Al Qaeda y buscaron ayuda de alguien que creían que era miembro del grupo terrorista, de acuerdo con la acusación.

Cinco de los acusados, incluyendo al líder del grupo Narseal Batiste, aparecieron ayer por primera vez ante un tribunal federal del centro de Miami. Fueron llevados a la sala judicial y salieron de allí en medio de un fuerte operativo de seguridad, encadenados de las muñecas y tobillos.

No se presentaron alegatos durante la breve audiencia. El magistrado Patrick White fijó la siguiente audiencia para el próximo viernes. En la oportunidad será considerado un pedido de los fiscales de que los acusados permanezcan detenidos hasta el juicio. White también designó abogados para Batiste y los otro cuatro sospechosos, después que dijeron que no podían pagarle a expertos para que los defendieran.

Al responder algunas preguntas del juez, Batiste expresó que era "autónomo" y ganaba unos 30.000 dólares al año, pero no aportó detalles. Dijo también que tenía cuatro hijos. Otro acusado debía presentarse en un tribunal de Atlanta. No quedaba claro cuándo sería la primera presentación ante la Justicia del séptimo sospechoso.


La guerra santa
Gonzales ofreció detalles de la acusación, que indicó que Batiste reclutó y entrenó a los otros a partir de noviembre de 2005 "para una misión para librar una guerra santa contra el gobierno de EEUU", incluyendo una conjura para destruir la torre Sears de Chicago.

Con el fin de obtener dinero y apoyo para su misión, los conspiradores buscaron ayuda de Al Qaeda, juraron ser fieles a la organización terrorista y avalaron un plan de la red de destruir instalaciones del FBI, de acuerdo con la acusación.

Batiste se reunió varias veces en diciembre de 2005 con una persona que se hacía pasar por miembro de Al Qaeda y le pidió botas, uniformes, ametralladoras, radios, vehículos y 50.000 dólares en efectivo para forjar un "ejército islámico" que librara la guerra santa, según las acusaciones. Señaló también que Batiste dijo que utilizaría a sus "soldados" para destruir la torre Sears.

El fiscal federal Alexander Acosta dijo en una rueda de prensa que ofreció en Miami que el grupo llamó la atención de las autoridades cuando Batiste habló con un individuo sobre librar una guerra santa en EEUU. Esa persona, que no fue identificada, acudió a las autoridades con esa información y luego se hizo pasar como miembro de la organización de Osama Bin Laden, explicó Acosta. Lo único que dijo Acosta para describir a la persona fue que "trabajaba con nosotros".

Gonzales expresó que "la convergencia de la globalización y la tecnología ha creado una nueva forma de terrorismo. Las amenazas terroristas actuales llegan de células más pequeñas y menos definidas que no están afiliadas a Al Qaeda pero están inspiradas en su mensaje violento de guerra santa". Dijo también que "estos terroristas que crecieron en el país podrían demostrar que son tan peligrosos como grupos como Al Qaeda".
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La emblemática torre Sears de Chicago figuraba en la mira terrorista.

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