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viernes,
23 de
junio de
2006 |
Opinión: Sin la pelota
también podemos
Luis A. Yorlano
Enfrentar a Holanda, ambos clasificados para los octavos de final, generó una buena respuesta de nuestra selección. Con cambios esforzados y otros como banco de pruebas, seguramente habrán dejado conforme a José Pekerman, que con este empate, ganó el grupo y le sigue dando chapa, como equipo que puede pelear por cosas importantes.
Si bien en los últimos 20 minutos ante Holanda, dejaron de tener hambre de triunfo los dos equipos, Argentina, sin tener la posesión de la pelota, fue el que tuvo las mejores oportunidades y a diferencia del primer partido, contra Costa de Marfil, no se metió atras.
Mascherano y Cambiaso, peleaban en el medio para obligar al rival a salir por afuera y cuando intentaban por arriba, Ayala y Milito (de los debutantes el mejor), ganaron cuantas veces los holandeses buscaron esa estrategia.
La regularidad de Maxi Rodríguez y la personalidad de Riquelme, le volvieron a dar a la selección limpieza en las salidas y contudencia en los remates de media distancia.
Tevez, con el hueco al hombro y mostrándose con gran coraje para recibir la pelota, fue una salida clara en los momentos que Holanda lo apretaba en tres cuartos de cancha.
Y Messi se mostró falto de ritmo para noventa minutos pero sigue siendo un jugador diferente. La pelota que le dio a Cambiasso, es una prueba fehaciente de la calidad de jugador que es.
Se notó la ausencia de Sorín, Argentina no tuvo la salida con sorpresa por izquierda y los que tuvieron que marcar puntas, fueron los hombres más flojos. Lo más importante que nos dejó el partido ante Holanda en Francfort, donde el hambre de triunfo estuvo ausente en algunos de sus pasajes, es que Argentina creció en personalidad y muchos de sus jugadores ya le van tomando la mano a la Copa del Mundo.
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