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 viernes, 23 de junio de 2006  
Cuidado que apareció: Brasil le ganó 4 a 1 a Japón
Brasil se encontró con parte de su juego y goleó a Japón, con dos goles de Ronaldo

Brasil apareció, aunque primero sufrió un poquito. Es cierto, no mucho, pero se reencontró con parte de su juego recién después que Japón lo sacudiera con un gol con el que casi le gana el primer tiempo. Pero apareció Ronaldo, que logró el gol del empate y se dio el lujo de redondear la goleada por 4 a 1 alcanzando el récord de conquistas en Mundiales (ver página 10).

  Brasil, ya clasificado, se presentó con cinco suplentes pero no por ello dio ventajas. Es que de arranque salió igual con Ronaldinho y Ronaldo, mientras que los ingresados (Robinho, uno de ellos) colaboraron para dotar al equipo de velocidad y tesón.

  En los primeros 20 minutos, Brasil reinó en la cancha y los japoneses sólo esporádicamente lograban invadir el área defensiva verdeamarilla. Trataban principalmente de defenderse de los ataques constantes, al punto que su arquero salvó goles que parecían inevitables, como dos de Robinho (11' y 16'), otro de Ronaldo (20') y uno de Juninho Pernambucano (22').

  Pese a esto, el que se puso en ventaja fue Japón, que sorprendió con el tanto de Tamada a los 34'.

  Sin embargo, la alegría japonesa no llegó al entretiempo porque en la última jugada la sonrisa volvió a dibujarse en la cara de Ronaldo, que con un cabezazo se metió de lleno en el Mundial.

  La segunda mitad se esperaba con un predominio brasileño y el encargado de plasmarlo en la red fue Juninho Pernambucano, que a los 53' sacó un potente remate desde larga distancia. Y poco después, otro suplente, el lateral izquierdo Gilberto puso el 3-1.

  Kagawuchi mantuvo su alma de samurai defendiendo su arco pero otra conquista era inevitable . La que llegó a los 81' con el que debía y quería cerrar la cuenta: Juan dejó a Ronaldo una vez más de cara al gol, y el Fenómeno marcó el 4-1 final, con el que igualó al alemán Gerd Muller como máximo artillero en la historia de los Mundiales.

  Así, el partido terminó con dos certezas: que apareció el esperado jogo bonito de Brasil y que el Gordo Ronaldo puede seguir siendo decisivo para el sueño del hexacampeonato.


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Juninho Pernambucano festeja su gol, el segundo de Brasil.

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