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domingo,
18 de
junio de
2006 |
El scratch de Pekerman
Los medios brasileños alabaron la actuación argentina ante Serbia y Montenegro
Unánime, la prensa brasileña elogió ayer el espectáculo que dio la selección argentina al demoler a Serbia y Montenegro 6 a 0, tildando la actuación albiceleste de “juego mágico” y “fútbol de gala”, entre otros calificativos, sin poder evitar la envidia de decir: “Así quería ver jugar a la verdeamarilla”.
“En una exhibición de gala y al mejor estilo sudamericano, el equipo del técnico José Pekerman muestra por qué es candidato al título al hacerle seis goles a Serbia y Montenegro”, destacó la edición de ayer del matutino O Estado de San Pablo.
“Cosa de cine. Argentina salió viva del Grupo de la Muerte, después de presentar un fútbol de pura magia. Se clasificó para la segunda etapa y mandó el aviso: es candidata, y de las más fuertes, al título”, agregó.
Las opiniones para alabar al seleccionado de Pekerman fueron unánimes. “La exhibición de Argentina frente al perplejo equipo de Serbia y Montenegro fue digna de llenar los ojos. Un verdadero recital, obra de una escuela refinada, a la altura de la nuestra”, afirmó por su parte un columnista del Folha de San Pablo.
“Toca para acá, toca para allá, Argentina mostró un fútbol tan envolvente que llegó a quedarse con la pelota por dos minutos sin que ningún adversario la agarrase. Y sus dos primeros goles fueron antológicos, de pie a pie, con derecho a uso del taquito, de Sorín en el primero y de Crespo en el segundo. Dos obras de arte”, remarcó.
Ilustrativo, otro columnista del Folha de San Pablo hizo una crónica de sentimientos con un dedo en la llaga. “¿No era verdeamarilla la magia? ¿Quién la mandó a vestirla de celeste y blanco? Por lo menos ayer, Argentina estableció un paradigma. No tanto por la goleada, ya que lo fascinante fue el puñado de jugadas que los brasileños acostumbramos a imaginar que sólo nosotros somos capaces de realizar”, remarcó.
“En otras palabras: todo lo que el mundo esperaba de los brasileños lo vio en los argentinos, sin esperárselo”, remató.
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