Robinho hace méritos y espera

El delantero quiere un lugar entre los once

El momento más esperado se está acercando. Tiene sólo 22 años, pero el delantero brasileño Robinho sabe que en cualquier momento puede ganarse un puesto entre los titulares.

  La mala actuación de Ronaldo en el debut abrió para Robinho una oportunidad que el propio jugador ni soñaba antes del inicio del Mundial.

  Alentado por esa posibilidad, el compañero de Ronaldo en Real Madrid va calentando los motores. Luce como uno de los más esforzados en los entrenamientos: ataca con velocidad, marca con ganas y trata de afinar la puntería y el olfato goleador.

  Fuera de la cancha hace malabarismos con las palabras para gambetear cualquier declaración que lo deje descolocado.

  Su objetivo es el de transmitir un mensaje nada polémico, aunque parezca contradictorio. Aceptaría gustoso ser titular, pero no lo reivindica, y menos en lugar de su amigo y compañero de club.

  “Estoy preparado para jugar siempre. Si tengo que jugar, trataré de demostrar mi fútbol. Si me quedo en el banco, también hincharé para que Ronaldo juegue bien siempre”, afirma.

  Y cuando le piden que evalúe de uno a diez el desempeño de Ronaldo en el debut, rápidamente elude la pregunta: “Yo no soy bueno para hacer esas evaluaciones. Lo único que sé es jugar al fútbol”.

  Y eso fue lo que hizo el martes, cuando ingresó en el minuto 69 del partido contra Croacia para reemplazar a un apagado Ronaldo.

  Su entrada cambió la cara del partido: otorgó más agilidad al ataque brasileño y, al mismo tiempo, frenó el ímpetu ofensivo de los europeos, que iba en aumento.

  Hoy, cuando empiece el partido contra Australia, Robinho estará una vez más en el banco de suplentes, “hinchando” por el éxito de Ronaldo y Adriano, pero también esperando su oportunidad.

  O, como dijo el propio Robinho, “en la selección nadie es insustituible. No siempre los que empiezan un Mundial como titulares lo terminan como titulares”.