Una historia de incumplimientos

Un servicio de excepción. Eso es lo que a simple vista parece el Belgrano Cargas. Pero en este caso no por la calidad de la prestación sino por el tratamiento que tuvo por parte del Estado argentino. Según apuntó la Oficina Anticorrupción en su denuncia sobre el traspaso a la Unión Ferroviaria, es el único de los contratos de privatización que involucró a la ex Ferrocarriles Argentinos, que no fue adjudicado tras una licitación y el único que prevé subsidios por parte del Estado nacional.

La historia se remonta al 20 de septiembre de 1999, cuando por decreto 1.037 el Ejecutivo concesionó la red ferroviaria nacional integrada por el Ferrocarril General Belgrano, con exclusión del área metropolitana de Buenos Aires, a favor de Belgrano Cargas SA. Según datos del Departamento de la Bolsa de Comercio de Rosario, "la ineficiencia del sistema es muy grande". Tomando datos de fines de 2003, el Belgrano Cargas "tuvo una utilización de vagones de 51 días al año".