Hallaron tirados en una zanja siete tubos de GNC presuntamente robados

Los pesquisas tratan de identificar los vehículos a los cuales correspondían y hallar pistas de los ladrones

Todo indica que el robo de tubos de GNC ya no es un buen negocio como en años anteriores. Será por eso que ayer, en un zanjón cuneta paralelo a un camino rural ubicado a unos dos kilómetros del casco urbano de la localidad de Ibarlucea, la policía encontró siete de esos tubos amarillos abandonados. Para los investigadores, los equipos habían sido presuntamente robados en distintas seccionales de Rosario junto a los autos que los utilizaban. Sobre el destino de los vehículos, investigadores de la subcomisaría 17ª y sus pares de Sustracción de Automotores intercambiaban datos anoche a fin de hallar algunas pistas.

Según voceros policiales, los siete tubos encontrados estaban en buen estado, con sus números identificatorios visibles e incluso algunos de ellos con la válvula de seguridad colocada.

"Una de las pistas que estamos siguiendo es que algún grupo de ladrones haya llegado hasta ese lugar para realizar una entrega de los tubos y que por algún motivo la operación se haya cancelado", manifestó un allegado a la pesquisa del misterioso descubrimiento.

Lo cierto fue que los tanques fueron divisados por personal de la subcomisaría 17ª que realizaba un patrullaje de rutina por el camino rural que conduce a la chacra Stunvol. Se trata de un sendero de tierra que se extiende hasta la ciudad de Roldán.

Las piezas estaban dentro de una zanja y ubicadas en hilera, una al lado de la otra. Una tenía una longitud de un metro y medio y las restantes de un metro. En general presentaban un buen estado de conservación. Según fuentes de la Unidad Regional II, los tubos pertenecían a vehículos robados en las zonas de las seccionales 3ª, 6ª, 7ª y 14ª, todas de Rosario.

De acuerdo a los portavoces oficiales, los rodados serían dos Fiat Uno, una camioneta Ford F100, un Fiat Regatta, un Renault 9 y un Peugeot 504, aunque hasta ayer sus propietarios no habían podido ser localizados.


Un delito en baja
Hacia el año 2002, en la ciudad de Rosario se robaba un auto por día equipado con GNC. Por entonces, los controles sobre los talleres de instalación de tubos y las reglamentaciones al respecto no eran tan exigentes como en la actualidad. De esa manera, los tubos podían blanquearse instalándolos en otro auto al que llegaba por el mercado negro.

En aquel momento, cuando un auto desaparecía de la calle solía reaparecer a las 24 o 48 horas pero sin el equipo de GNC y las compañías de seguro acumulaban denuncias por esas sustracciones.

Sin embargo, dijo ayer un vocero de Sustracción de Automotores a La Capital, hoy el Enargás tiene "un estricto registro de la venta de tubos con su correspondiente numeración del cual se dan de baja automáticamente todos aquellos equipos instalados en autos robados, por lo cual éstos quedan inmediatamente fuera del mercado".

La misma fuente comentó que en los últimos años no se han registrado en la ciudad robos de equipos de GNC y que los que se producen son como consecuencia del levantamiento de los autos que los tienen instalados. "Es que ya casi no quedan talleres donde se puedan blanquear esos equipos y para quienes roban autos para el desguace y la venta de las autopartes el tubo hoy no sirve", confió el investigador.

"Antes, los tubos se montaban en talleres clandestinos a la mitad del valor de los legales y con obleas truchas. Pero en la actualidad para la compraventa de estos equipos se procede de la misma manera que con el auto, es decir a través de un boleto comercial en el cual se inscriben todos los datos del equipo. Y eso queda registrado informáticamente y autorizado por el Enargás", concluyó el vocero.

Los tubos quedaron almacenados en la subcomisaría 22ª.