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sábado,
17 de
junio de
2006 |
La UE frena bruscamente
su proceso de ampliación
Bruselas. - A casi 50 años de su nacimiento, la Unión Europea (UE) verá frenada de forma abrupta su futura ampliación. Los jefes de Estado y de gobierno de los 25 países miembros pospusieron para dentro de dos años decisiones clave para resolver la crisis constitucional, sin lo cual no se podrá seguir creciendo.
Los dirigentes, reunidos en Bruselas, dejaron en el limbo la moribunda Constitución hasta fines de 2008 y establecieron términos más duros para la admisión de nuevos miembros. "Necesitamos más tiempo para reflexionar", afirmó el presidente francés, Jacques Chirac, cuyo país, junto con Holanda, rechazó en un referéndum el tratado constitucional el año pasado.
Al término de una cumbre de dos días, los líderes permanecieron profundamente divididos acerca de cómo la UE debe afrontar su actual crisis y solamente acordaron seguir debatiendo sobre la Carta Magna, algo que por otra parte ya han hecho desde hace un año sin ningún éxito.
Para después de 2009
De la declaración final se eliminó la referencia propuesta por los ministros de Exterior acerca de que la Constitución debía estar aprobada y entrar en vigor para 2009. A ello se suman dudas crecientes acerca de las posibilidades que quedan de salvar el texto en su forma actual, diseñado en teoría para hacer a la UE más flexible y con mejor capacidad de acción en la escena internacional. "Los problemas con la Constitución son demasiado profundos como para cambios sólo cosméticos", comentó un alto funcionario de un país que apoya el tratado.
Algunos países, como Alemania, quieren salvar todo lo posible de la Constitución, mientras que otros, como Dinamarca, reclaman que sea retirada, se le cambie el nombre y se transforme en un mero tratado de modo de que pueda ser aprobado en los Parlamentos nacionales en vez de someterse a otro referéndum. El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió el texto ratificado por sus compatriotas en referéndum, pues consideró que "el tratado constitucional es bueno para Europa".
En cambio, el primer ministro británico, Tony Blair, señaló que sólo mediante avances en los temas que preocupan a los ciudadanos la UE conseguirá convencerlos de la necesidad de una Constitución. "Mi propuesta es concentrarse en los temas que realmente preocupan a los ciudadanos, y cuando sintamos el apoyo de los ciudadanos para modificar la Constitución, tendremos mayores posibilidades de lograrlo", argumentó. En cualquier caso, no es de esperar ningún progreso hasta después de las elecciones en Francia y Dinamarca a mediados de 2007.
En lo que se refiere a la ampliación, los jefes de Estado y de gobierno aumentaron las vallas para ingresar al bloque comunitario, con criterios que ponen en duda la capacidad de los actuales miembros de absorber a nuevos países de un nivel económico mucho menor, como es el caso de los países de los Balcanes occidentales.
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