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sábado,
17 de
junio de
2006 |
A las urnas. Críticas, fobias y disensos a dos semanas de las elecciones presidenciales
El temor a la izquierda pone en alerta a la clase media mexicana
Voceros de campaña de Manuel López Obrador consideran infundadas las acusaciones contra su candidato
Greg Brosnan
México. - La calle de Magda Leguizamo, con sus cuidados jardines, sus casas de dos pisos de clase media y su pintura brillante, había cambiado. Hordas de vendedores callejeros la convirtieron en un vasto y sucio mercado al aire libre, con toldos de plástico atados en cada esquina de la casa de la mujer retirada de 59 años, bloqueando su garage y dejándola literalmente prisionera en su propio hogar. La pesadilla de la mujer, en la que las masas tomaban su calle, nació del miedo que muchos mexicanos de clase media tienen sobre lo que podría pasar si el candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, considerado por sus críticos como un populista, gana las elecciones del 2 de julio.
Recordando el mal sueño frente a un periodista, Leguizamo dijo que despertó aliviada porque los comicios aún no ocurren y porque el candidato conservador, Felipe Calderón, tiene tantas oportunidades de ganar como el izquierdista López Obrador. "Me asomé por mi ventana y vi mi calle bonita y así quiero que continúe", dijo.
Aunque hasta hace poco López Obrador parecía un futuro ganador de las elecciones, lo que sería otra victoria de la izquierda en América latina, el aspirante ahora está empatado con Calderón, del partido de gobierno. Y con buena parte de los campesinos y pobres urbanos incondicionalmente leales al candidato Roberto Madrazo, que se ubica tercero en las encuestas, los analistas afirman que López Obrador debe tratar de atraer a buena parte de la clase media. Para hacer eso, deberá despejar los miedos de muchos de los integrantes de ese sector de la sociedad, que creen que la victoria de la izquierda puede disparar un caos económico y protestas callejeras.
Mientras tomaba unas copas con un grupo de amigas del gimnasio en una casa de la colonia Bulevares en el norte de la Ciudad de México, Marisela Suárez, de 57 años, dijo que votará para "que ese caballero no pase".
Los pobres urbanos de Ciudad de México, el mayor bloque de apoyo a López Obrador, viven hacinados en departamentos o en enormes suburbios como Ciudad Nezahualcoyotl, en la periferia de la gigantesca metrópolis.
El ex jefe de gobierno de la capital mexicana ganó su popularidad con promesas de que mejorará el ingreso de los más necesitados, muchos de los cuales ven pocas ganancias en la estabilidad económica que el presidente Vicente Fox dice es uno de sus mayores logros.
Aunque dentro de los barrios privados de las colinas de Ciudad de México, donde vive gente de clase alta, nunca votarían por un ex funcionario de beneficencia social para los indígenas, la fobia contra López Obrador también abunda en vecindarios no tan adinerados, como Bulevares. "No es miedo, es pavor", dijo María del Pilar Arcos, una arquitecta de 30 años y amiga de Marisela Suárez.
Campaña televisiva
Una campaña televisiva de Calderón, en la que comparó a López Obrador con el populista mandatario venezolano Hugo Chávez y predijo un derrumbe financiero si gana, está entre las razones que le costaron al izquierdista el liderazgo en las encuestas.
Pero a pesar de que López Obrador aclaró que respetará la propiedad privada, los escenarios de los avisos son suaves comparado con lo que imaginan algunos votantes de clase media. "Estamos hablando de una masa sin cultura, sin educación que está dispuesta por un kilo de cualquier cosa que tú le des, a matar a la gente", dijo Suárez.
Portavoces de campaña de López Obrador dicen que esos temores son totalmente infundados y ponen como ejemplo de su afinidad con los empresarios los altos niveles de inversión privada durante su gestión como gobernante de la capital. Y dicen que buscará impulsar el crecimiento económico con inversión y que no hay planes de expropiar propiedades en la agenda.
Según su asesor político José Ortiz, llamadas anónimas y maliciosas cadenas de correos electrónicos, uno de los cuales dice que de ganar López Obrador haría feriado el natalicio del revolucionario bolchevique Vladimir Lenin, aumentaron la histeria. "Andrés Manuel es un moderado, es un hombre de centroizquierda y no va a auspiciar un levantamiento popular", dijo Ortiz.
El asesor admitió, sin embargo, que los miedos son un verdadero obstáculo en el camino hacia la presidencia. "Calderón va a contar con un voto muy fuerte de todas estas gentes de la clase media alta que, a pesar de que aparentemente sean cultos, en el fondo tienen fobias respecto a qué va suceder cuando se levante toda esa masa", agregó. (Reuters)
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López Obrador, en campaña. Sus rivales lo acusan de ser un político populista.
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