Viejos problemas al desnudo

Aunque el escándalo por la "fiestita" en el geriátrico provincial ya no es tapa de los diarios, ni noticia de interés para las radios o para el rating de la TV, quiero recordarles a los lectores y a las autoridades públicas que muchos de los padecimientos de nuestros ancianos, gracias a este vergonzoso hecho, quedaron al descubierto y se siguen sufriendo en bastas regiones de nuestro país. Esperemos no necesitar otro inaudito acontecimiento para darnos cuenta que los viejos problemas quedaron al desnudo y en vez de taparlos u olvidarlos hay que solucionarlos. Pero hoy, que ya pasaron unos cuantos días del escándalo, parece que a nadie le interesa ya cuál es la situación del geriátrico, si se solucionó alguna de todas las falencias que en el se vivían a diario, además de tener que lidiar con el pésimo personal que estaba a cargo. Parece que los viejos ya no sirven. El gobierno se olvida de las obligaciones que tiene para con ellos.

Laura A. Menchón